Sakima: el pequeño jefe indio

El anciano jefe indio, Nayat, acababa de morir. Él había protegido a su pueblo de los espíritus malignos, pero, tras su muerte, los espectros invadieron el pueblo. Nayat había designado como sucesor a Sakima, pero este era solo un niño y, por eso, ningún indio lo aceptaba como jefe. Sin embargo, Sakima, indiferente a la opinión de los demás, se sentó frente al fuego y comenzó a tocar su tambor de bolas. Inmediatamente, todos los espectros huyeron despavoridos. Una gran estrella iluminó el cielo y los indios, admirados, aceptaron al pequeño Sakima como el jefe de su tribu. *** ¡¡¡RETO!!! con este microrrelato participo en la original iniciativa de Lídia Castro Navàs. Estas son las condiciones para el reto de octubre: Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta. En tu creación debe aparecer el mineral: estrella . Podéis encontrar más información en Escribir Jugando del Blog de Lídia.