Entradas

Mostrando entradas de enero, 2022

Matemáticas

Imagen
Las matemáticas nunca han sido lo mío. Me empeciné en estudiarlas y en entenderlas. Incluso soñé que me convertía en un genio de los números. Sin embargo, cuanto más me afanaba, más lejos me sentía de mi objetivo. Por más que insistía, por más horas que me dedicaba a realizar operaciones y resolver problemas no conseguía tener agilidad con los números.  Pero nada ni nadie me hacía darme cuenta de ello. Yo seguía y seguía persistiendo en mejorar mis destrezas matemáticas. Hasta que un día descubrí al número áureo también conocido como la divina proporción o el número Phi. Cada tarde leía un libro sobre él, sorprendiéndome de su presencia constante en la naturaleza y en el arte.  Una de aquellas tardes, mientras leía aquel libro, el número áureo se elevó por encima de las páginas.  —Me llamo Phi (Φ) y quiero decirte algo.  Yo lo miré fascinada. El símbolo Φ flotaba sobre el libro y brillaba como el oro. Contuve la respiración y aguardé a que continuase hablándome.  —Veo que estás leyendo

Guerrero Marte

Imagen
Me llamo Rei Hino y os voy a contar cómo me convertí en la guerrero Marte.   Estaba rezando en el templo, cuando sentí la presencia de un ser malvado. Salí a la calle sigilosamente y allí vi a un terrible monstruo que estaba absorbiendo la energía de una pobre chica.  Sin dudarlo, le grité al monstruo con furia: —¡Deja a esa muchacha en paz! El espíritu maligno me miró con una mirada helada, soltó a la chica dejándola inconsciente sobre el suelo y vino corriendo hacia mí. Me cogió por el cuello con una de sus garras levantándome en el aire. Sentí que me ahogaba, cuando oí una voz gritar: —¡Mercurio, lucha!  En ese momento, una niebla nos envolvió y el monstruo, tras mirarme con ojos perplejos, me soltó. Yo estaba recobrando el aliento, cuando una gatita con media luna en su frente se puso a mi lado y me dijo: —Di: "Planeta Marte, dame el poder".  Sin salir de mi asombro pronuncié aquellas palabras y me convertí en la guerrero Marte.  Seguidamente vi al monstruo tratando de hu

Pajaritas de papel

Imagen
Abuelo, tú decías muy frecuentemente: «Mi nieta tiene mucho sentido común». Siempre me he sentido muy orgullosa de que dijeses aquello, aunque cuando era pequeña no entendía muy bien qué significaba.  Recuerdo cuando paseábamos y jugábamos juntos. Un recuerdo muy especial que guardo es cuando me enseñaste a hacer pajaritas de papel. ¿Te acuerdas de aquella tarde en la que jugamos a hacer pajaritas cada vez más pequeñas? Cuando hiciste una pajarita diminuta y paraste, yo te imploré: ―¡Abuelo, haz otra más pequeña! Y tú me dijiste riendo: ―¡Ya no puedo hacerla más pequeña! Recuerdo que te miré sorprendida tratando de comprender dónde estaba el límite, cuando en tus ojos risueños solo veía el infinito.  También recuerdo lo paciente y silencioso que eras. Nunca elevabas la voz, ni siquiera cuando te disgustabas. Incluso aquel día que me puse delante de la televisión mientras veías un partido de fútbol. Cerraste los ojos y te pusiste muy serio, pero no me reñiste. Al día siguiente te vengas

La Guardiana del Invierno

Imagen
La Guardiana del Invierno caminaba despacio. Al acercarme a ella, el búho que llevaba subido a su hombro me miró fijamente. ―Por favor, ¿no podrías llevarte el invierno a otra parte? ―le supliqué. ―No, no puedo. La guardiana levantó los brazos y algunos copos de nieve empezaron a caer del cielo. Yo comencé a tiritar. ―Toma, bebe un poquito de este frasco y entrarás en calor ―me ofreció la mujer. Cogí el frasco, bebí y, en ese instante, dejé de tener tanto frío. La miré de nuevo agradecida, ella me sonrió y entonces pude apreciar la belleza del invierno. ¡¡¡RETO!!!  con este microrrelato participo en la original iniciativa de Lídia Castro Navàs.   Estas son las condiciones para el reto de noviembre: Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta. En tu creación debe aparecer el objeto del dado: frasco . Podéis encontrar más información en  Escribir Jugando del Blog de Lídia.