Entre fantasmas
Adela tenía poderes: veía el futuro, movía cosas con la mente y hablaba con fantasmas. Cuando era una niña no notó nada fuera de lo normal. Fue en la adolescencia cuando descubrió aquellas increíbles habilidades. Sin embargo, no le dijo nada a nadie, ni siquiera a su familia pues la joven tenía miedo de que la considerasen rara o enferma. La primera vez que descubrió sus poderes fue cuando vio claramente morir al hijo pequeño de sus vecinos de la puerta de al lado, al caerse por la ventana. Adela llamó a toda velocidad a la puerta de sus vecinos para impedirlo, pero fue demasiado tarde, el niño acababa de caerse y morir. Adela lloró desconsolada, sintiéndose impotente. Esto se repitió durante un tiempo: la joven podía ver algunas de las cosas malas que ocurrían en un futuro tan inmediato, que no le daba tiempo a impedirlas. Sufría mucho por ello y se preguntaba por qué razón tendría ese poder si no estaba en su mano hacer absolutamente nada para evitar las desgracias. Su otro