El éxito de Ryan
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| Imagen de bbc.com |
Para Ryan aquél era un día como otro cualquiera. Esforzarse
en entender lo que la maestra explicaba a pesar del sueño y el aburrimiento
eran tareas primordiales. El muchacho miró por la ventana un momento distraído,
hasta que de repente, escuchó unas palabras que captaron su atención:
—No todos los niños tienen la misma suerte que vosotros. En muchos
países como en África, los niños tienen que andar durante kilómetros para
conseguir agua potable.
Entonces su compañero James, el alumno considerado el más inteligente,
preguntó:
—¿Y cuántos pasos tienen
que andar en África para llegar a un lugar con agua potable?
—Al menos cinco mil pasos —respondió la maestra.
Ryan estuvo atento el resto de la clase por si la profesora volvía
a hablar sobre el tema, pero ella continuó con la lección de geografía. En
cuanto sonó el timbre, Ryan fue hasta el umbral de la puerta de su aula y comenzó
a contar los pasos que le separaban de la fuente que había en el patio.
“¡Solo diez pasos!”, se dijo atónito. A Ryan se le empezaron
a saltar las lágrimas imaginando a esos niños teniendo que caminar más de cinco
mil pasos para poder beber agua. Nunca hubiera imaginado que algo que era tan
sencillo para él pudiese ser tan extremadamente difícil para otras personas.
En cuanto llegó su madre a recogerlo, le contó cómo se
sentía ante lo que les había dicho la maestra y con determinación exclamó:
—¡Tengo que hacer algo!
Esa misma tarde, su madre y su padre le ayudaron a encontrar
una ONG que construía pozos en África y Ryan empezó a recaudar dinero para
construir uno. Así, con perseverancia y con tan solo seis años de edad, Ryan consiguió
que participaran primero sus padres y sus amigos, después sus compañeros de
clase, más tarde toda la escuela e incluso una escuela cercana… hasta que consiguió
reunir el dinero suficiente para construir un pozo en la Escuela de Primaria
Angolo, en el norte de Uganda.
Animado con el logro, Ryan decidió crear Ryan’s Well Foundation, una ONG que desde que se creó hasta la actualidad, ha ayudado a construir
más de 1200 pozos de agua en diferentes países en vías de desarrollo.
Ryan creció, pero no ha dejado su labor humanitaria ni por
un instante y cuando un periodista le preguntó qué creía él que tenía de
especial para haber conseguido un éxito tan rotundo, respondió:
—No hay nada especial en mí. Fue este proyecto lo que
resultó ser algo increíble.
Después de una pausa añadió:
—No hay que tener miedo a ser idealista por mucho que se
trate de un problema complejo como el acceso al agua. Hay más de mil millones
de personas que sufren por este problema pero no hay que tener miedo a proponer
soluciones. Expande tu zona de confort, levanta tu mano, ¡nunca
sabrás el impacto que podrás generar!
Así, sin miedo, Ryan no se quedó de brazos cruzados y decidió
ayudar. ¿Cómo sería
este mundo si todos hiciéramos lo mismo que él?
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¡¡RETO!! Con este relato participo en el reto de escritura propuesto por la Comunidad Literaria Alianzara, para el mes de junio. Consiste en escribir una historia inspirada en una noticia de sucesos. En mi caso he seleccionado una noticia que me impactó mucho y me sigue impactando. Podéis leerla en estos dos links:
https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2012/01/120116_nino_pozos_africa_agua_fp
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