La Diosa de los bosques
![]() |
John Singer Sargent. Retrato de Millicent, duquesa de Sutherland, 1904 © Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. |
Sí, soy la que te mira a los ojos desafiante. La que trata
de sonreír aunque le duele el alma y el cuerpo. La que a pesar de tu incesante
maltrato, se mantiene en pie.
Me ves y te quedas admirado ante mi belleza. Sin embargo, no
eres capaz de respetarme, de cuidarme, de quererme. Tan solo ves mi apariencia
externa y no te atreves a descubrir el universo que hay en mi interior.
Talas mis árboles, contaminas mis ríos, asesinas a mis
animales, destruyes incluso a los de tu misma especie. Tú que fuiste creado por
mí, usas el don que te regalé, la inteligencia, para ir en mi contra inventando
máquinas con las que crees que dominarás el mundo, tú que no sabes ni dominarte
a ti mismo.
Te aseguro que de nada te servirán tus inventos cuando llegue tu hora. Existe un límite y con tus despiadados actos estás cavando tu propia tumba, honda, tan honda que de ella jamás podrás escapar.
Tu ambición de ser superior y tu afán de distanciarte de mí creyendo
que con tus máquinas podrás sustituir a los seres que con tanto amor he creado,
me causa una tristeza infinita. Y es esa tristeza, la que sin saberlo, te
inquieta y te atrapa a la vez.
Sabes que hay algo más detrás de mi retrato, sin embargo, eres
incapaz de reconocerme, porque nunca me has mirado de verdad. Es por eso, que
no sabes que yo soy la Diosa de los bosques.
****
Con esta historia de 250 palabras, participo en el microrreto propuesto por Merche en el Tintero de Oro. Este mes consiste en escribir un microrrelato que tenga como protagonista un cuadro, escultura o similar, el cuadro puede ser el mismo protagonista o lo que aparezca en el mismo puede servir de hilo para una historia.
He escogido esta obra, porque recuerdo que me impresionó mucho cuando la vi por primera vez en el Thyssen. Fue lo primero que me vino a la cabeza cuando leí tu artículo, Merche, y como me suelo mantener fiel a las primeras ideas, pues me he basado en dicha obra para escribir.
Para documentarme un poco, he buscado información sobre la mujer retratada, la duquesa Millicent y he encontrado este artículo que me parece muy interesante. Por lo visto la llamaban la diosa de los bosques y este epíteto junto con el retrato, son los que han inspirado mi microrrelato.
Como siempre os animo a todos a participar. El plazo acaba el 30 de septiembre. Más información aquí.
Hola, Cristina, genial microrrelato, me ha gustado mucho, así como el cuadro. Muy acertado y reivindicativo y tal como está el planeta, como digo, totalmente acertado. Muchas gracias por participar en el microrreto del Tintero de Oro.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
¿Qué tal, Cristina? Me dieron ganas de saber quien era la mujer del retrato, y por lo visto Millicent Saint Clair, era una de las mujeres más inteligentes y progresistas de la sociedad de la época, claro que salvo las modelos profesionales (mujeres escogidas de la calle, prostitutas en ocasiones), solo las familias con poder adquisitivo, o de la nobleza como es el caso, podían permitirse el lujo de ser retratadas por quienes tenían un nombre como artista reconocido.
ResponderEliminarLa Diosa de los bosques se muestra implacable con quien mancille su reino vegetal.
Un buen relato imaginativo, compañera. Te felicito.
Cristina, tu microrrelato es una voz poderosa que resuena como un eco ancestral. La Diosa de los bosques habla con firmeza, con dolor, pero también con dignidad. Me ha conmovido la forma en que conviertes el retrato de Millicent en un símbolo de resistencia frente al maltrato humano hacia la naturaleza. Cada palabra parece brotar como raíz de un árbol herido, y nos invita a mirar más allá de la belleza superficial para reconocer lo sagrado que hemos olvidado. Gracias por este texto que no solo denuncia, sino que también despierta conciencia. Un abrazo verde y profundo.
ResponderEliminarQué buen micro, Cristina. Me ha encantado como das la vuelta a una historia que al comienzo parece un llanto de desamor para convertirse enseguida en denuncia del maltrato hacia la naturaleza. La interpelación directa al lector actual también es muy potente. Un relato genial.
ResponderEliminarQué bella la señora de la pintura y magnífico vestido. Seguramente el retrato no le hace justicia. Se nota que el pintos tuvo algún problema a la hora de plasmar su busto (es lo que peor pintado está desde mi humilde punto de vista), pero se entiende debido a la cuna de la dama y a la época en la que data la obra.
ResponderEliminarEspero que esta Diosa no abunde en la inacción como el resto de deidades. Hace falta que se ponga manos a la obra de inmediato. ;)
ResponderEliminarEsa dama tiene un aire de realeza, de autoridad, cierto un tanto desafiante, no conocia la pintura pero me ha impresionado
ResponderEliminarHola Cristina, que buen micro reivindicativo. Y es que la madre naturaleza siempre acaba por imponerse. Dañamos el planeta, los bosques, la tierra y al final pagaremos el precio. Muy buena elección. Un abrazo
ResponderEliminar