Locura
Presioné el botón
para que bajase el ascensor. Cuando se abrió la puerta grité aterrorizada. ¡Había
un cadáver dentro!
Se trataba de un
hombre. Estaba cubierto de sangre y tenía los ojos abiertos, vidriosos. Rápidamente
saqué el móvil de mi bolso y llamé a urgencias.
Acababa de darles
la dirección de la vivienda y colgar la llamada, cuando de pronto, el hombre parpadeó.
―Por
favor, no se mueva. He llamado a urgencias, enseguida vendrán ―le dije sin saber qué hacer.
El hombre empezó
a moverse lentamente hasta incorporarse y ponerse de pie. Seguidamente caminó
hacia la salida.
―¡Espere!
¿A dónde va? ―le
pregunté atónita.
El hombre no me
respondió. Abrió la puerta, salió a la calle y se quedó parado allí,
tembloroso.
Tras unos minutos
llegó la ambulancia. Sin embargo, cuando los sanitarios se bajaron del vehículo
no repararon en el hombre. Entraron en
la casa. Al cabo de un rato llegó la policía y todo el tiempo estuvieron frente
al ascensor. Perdí los estribos y les grité:
―¿Pero
es que no lo ven? ¡El hombre está ahí vivo, en la calle!
Desde ese día
hasta hoy, hace ya dos semanas que estoy ingresada. Los psiquiatras me aseguran
que el hombre estaba muerto y que su cadáver se hallaba dentro del ascensor. Y
que por eso lo que vi fue una alucinación. Sé que debo hacerles caso, pero una
parte de mí, se resiste tenazmente y me hace pensar que lo que vieron mis ojos
fue real.
Estupendo micro, Cristina. Muy bien contada esa visión fantasmagórica y la inquietud de la protagonista. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta!! :)
Eliminar¡Hola, Cristina! Desde luego que poco podía imaginar esa mujer lo que se encontraría al llegar a casa. Un cadáver, una "resurrección" y tu vida da un giro radical en un instante. Una historia que me ha encantado y que tiene ese aroma de aquellas maravillas tipo Historias de la Cripta o La dimensión desconocida. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David!! Sí, así es, la vida de la mujer cambia por completo e irremediablemente. Me alegro mucho de que te haya gustado. Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarNo sabe una a qué hacer caso, si a la visión terrible de un cadáver o a la más amable de ver que se levanta ileso. Hay realidades que son peores que una alucinación. En todo caso, muy buen micro.
ResponderEliminarUn beso.
Muy buena reflexión, Rosa. A veces la imaginación distorsiona una realidad cruel. Pero hay que tener cuidado, porque en esa distorsión está la locura. Muchas gracias y un beso!!
EliminarGenial, Cristina! Me ha encantado tu micro. Alucinaciones o visiones del más allá. Estupendo! Saludos!
ResponderEliminarQué alegría que te haya gustado, Mayte. Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarUn micro espeluznante que da paso a que nos preguntemos si existen los fantasmas. Muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarSí, Ana. ¿Quién sabe si existirán? Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarPor lo menos, no la acusaron de una denuncia falsa.
ResponderEliminarHay una posibilidad aun más inquietante, que sepan que no está loca, que es verdad lo que vio. Y que la internaron para silenciarla.
Bien contado. Un abrazo.
No se me había ocurrido esa posibilidad. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarBrillante, Cristina. Ojalá tu personaje siga prendida a esa parte que le dice que lo que vio no fue una alucinación. Cualquier cosa que salga de lo corriente o masivo da para que la sociedad lo considere locura y te saque de en medio.
ResponderEliminarMe encantó. Un abrazo
Hola, Juana!! Si la protagonista no tiene ninguna otra alucinación, ni síntomas de estar enferma, esperemos que pronto salga del psiquiátrico. Me alegro mucho de que te haya gustado. Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarMe ha encantado el giro final. Enhorabuena por el micro, lo he disfrutado.
ResponderEliminarUn saludo y buen finde.
Qué bien que te haya gustado, Ángel. Muchas gracias y feliz jueves!!
EliminarLa puerta del ascensor fue para él el traspaso al más allá. En lugar de la luz al final del tunel, lo que él vio fue la luz de la calle, je,je.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo.
jajajaja, sí así fue!! jajaja Muchas gracias por tu comentario, Josep. Un abrazo!! :D
EliminarYo creo que tienes el don de ver el alma de gente que ha muerto recientemente, si vas al cementerio podrias ver mas de estas visiones espectrales, pero no lo recomiendo
ResponderEliminarHola, Jose!! Yo tampoco lo recomiendo :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarBuena participación, Cristina. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, Macondo!!
EliminarMuy buen relato, Cristina. El límite entre la realidad y la fantasía de una mujer que, sin dudas, ahora tiene un problema.
ResponderEliminarUn abrazo
Te agradezco mucho el comentario, Mirna. Un abrazo!! :)
EliminarHola,, cristina. Hay esa cabecita nuestra, que hace de nosotros lo que se le antoje. Como tu relato, que nos has llevado hacia la locura de una forma tan natural como magnífica.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, Pepe!! Así pienso yo también. Que la cabeza puede hacernos creer cosas que no son, aunque hay quienes piensan que podría ser real ;) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, muy pocos son capaces de ver el fantasma del difunto. Lo mismo no está tan loca tu protagonista, y a partir de ahora se hace vidente. No hay mala experiencia que por bien no venga un cambio de vida. Un abrazo
ResponderEliminarHola Emerencia!! jajaja ¿quién sabe, que puede pasar? Muchas gracias por tu comentario, un abrazo!!
EliminarDuda razonable cuando el único testigo es el posible muerto que a lo mejor no lo está.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, quizás no esté tan muerto como otros piensan. Muchas gracias, Francisco y un abrazo!!
EliminarSoy muy sensible. No podría soportar semejante susto a pesar de que estoy para que me encierren. Por eso ahora siempre subo y bajo por las escaleras.
ResponderEliminarUfffff, espero que no sean muchas las escaleras que tengas que subir. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarLa duda es lo que enriquece al relato. Será cierto o no?. Buen aporte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pedro!!
EliminarHola, Cristina. Pues a ver si la protagonista tiene un sexto sentido, como el de la película de M Night Shyamalan.
ResponderEliminarUn trabajo muy bien llevado.
Felicidades.
Hola, Bruno!! Te agradezco mucho tu comentario. Un abrazo!!
EliminarDebe ser terrible ver cosas que solo puedes ver tú, y tratar de hacerselo entender a quienes no lo ven. Una resurrección terrorífica, que terminó llevando a la chica al manicomio. Un abrazo, Cristina.
ResponderEliminarSí, la protagonista desde luego no lo pasa nada bien. Por mi parte, espero que se recupere y que no le vuelva a pasar algo así. Muchas gracias, Jorge y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina
ResponderEliminarNada como un cadáver andante para poner en solfa nuestra cordura y hacer dudar al lector de lo ocurrido realmente en este relato...
Hola, Matilde!! Sí, la verdad es que el cadáver andante da mucho juego jajaja. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarHola Cristina , muy buen micro
ResponderEliminarla verdad , es que si la persona es muy sensible a esa sensaciones
puede llegar a verlo , me a gustado mucho , te deseo una feliz tarde.
Saludos de flor.
Hola, Flor!! Cuánto me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias y feliz domingo!!
EliminarHola Cristina. El impacto de ver un cadáver en el ascensor o... la otra versión tan irreal de un muerto andante, hizo perder la razón a la prota de tu cuento.
ResponderEliminarSaludos, compañera.
Hola, Tara!! Sí, eso opino yo también, que la protagonista no pudo soportar ver el cadáver y sufrió una alucinación. Aunque he dejado la historia abierta para que cada cual piense lo que quiera. Muchas gracias y saludos!!
EliminarHay muertos que quieren seguir pululando por este mundo. Un buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo
jajajaja sí, puede ser. Muchas gracias por tu comentario, Albada y un abrazo!!
EliminarHay quien dice que la locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma. Me gustó.
ResponderEliminarSaludos desde Colombia.
No sabía esa definición de la locura!! Muchas gracias por tu comentario Guillermo y saludos!!
EliminarHola, Cristina. Inquietante historia con un muerto viviente, seguramente producto de sock producido al abrirse en ascensor. O puede que nos encontremos ante un muerto que deja su cuerpo y vaga aturdido ante esa "nueva vida" post mortem y la señora que llama al ascensor tiene facultades extrasensoriales. Ha estado bueno el relato. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, las dos opciones están ahí para que cada lector/a piense lo que quiera. La verdad es que yo me inclino por la primera opción pero ¿quién sabe la verdad? Diría que nadie. Muchas gracias por tu comentario, Isan y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina, estupendo micro. Algunos llaman locura a lo que no pueden ver o entender. Pero la protagonista pudo ver una verdad que está vedada para la mayoría de nosotros. Puede que sea un don o una maldición, desde donde se lo mire.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Cynthia!! Muy interesante tu punto de vista. Me ha encantado. Muchas gracias y un saludo!!
EliminarAh... el sexto sentido... «En ocasiones veo muertos...» Y, claro, es difícil obtener credibilidad ante tal afirmación. Siempre te toman por loc@ aun sin serlo. ¿Estupendo micro!
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegra que te haya gustado este micro, MJ!! Muchas gracias y un saludo!!
Eliminar¡Magnífica narración, Cristina! Me ha gustado mucho cómo nos instalas en la duda y nos dejas con ganas de saber más. Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
ResponderEliminarQué alegría que te haya gustado, Javier!! Te agradezco mucho el comentario. Un saludo!!
EliminarHola Cristina. Que horror la de tu protagonista. Encontrar en el ascensor, el fantasma de un cadáver. ¡Insólito! Espero que pronto salga del hospital. Un abrazo 🐾
ResponderEliminarHola, Rosa!! Sí pobrecita!! Yo también espero que se recupere pronto :) Un abrazo!!
EliminarMaravilloso relato, muy bien narrado. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Dakota!! Saludos :)
Eliminar¡Qué bueno, Cristina! Me ha encantado. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, María Pilar. Un abrazo!!
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