Un pájaro enjaulado



El gramófono emitía un sonido idéntico al triste gorjeo de un pájaro enjaulado. Iba a apagarlo cuando alguien llamó a la puerta. La abrí y me quedé asombrada al descubrir, a mis pies, un capazo dentro del cual dormía un bebé. Lo cogí en brazos y lo acuné. El bebé abrió los ojos rebosantes de vida y me miró. Le sonreí con ternura. En ese instante, pude escuchar que el sonido que emitía el gramófono había cambiado. Ahora el canto del pájaro era alegre porque había escapado de la jaula y podía volar en libertad.

*****

¡¡¡RETO!!! Con este microrrelato participo en el reto del mes de febrero, propuesto por Lídia Castro Navàs.

Comentarios

  1. Muy esperanzador. Hasta la melodía se hace eco de la felicidad que da un niño. Una nueva vida con todo por delante.
    Un saludo.

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    1. Lo que comentas es justo lo que quería expresar con este micro. Muchas gracias, MJ y saludos!!

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  2. Qué bonito, Cristina. Ver cómo se sincroniza todo: la llegada de ese bebé rebosante de vida y el alegre canto del pájaro. Muchas gracias por tu aportación al desafío de este mes pasado. Te espero muy pronto 😉 Un abrazo grande 💜

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    1. Muchas gracias, Lídia, por el original desafío y por tu comentario!! Ahora mismo me voy a poner a escribir para el desafío de marzo!! Otro abrazo grande para ti!! 💜

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  3. Estupendo micro, Cristina. Metafóricamente he percibido un mensaje de que la vida es aquello que puedes gozar con los cinco sentidos, como ese bebé; todo lo demás es un triste consuelo virtual. Un abrazo!

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    1. Cuando escribí este relato no pensé en la metáfora que dices, pero me alegra mucho que te haya transmitido esa idea, David. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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