La letra pequeña
No dudé. Cerré
los ojos y pensé: “deseo la historia más interesante y original que jamás se
haya escrito”. Abrí los ojos y para mi sorpresa mi deseo se hizo realidad:
sobre el escritorio apareció un montón de folios apilados con una historia
increíble escrita en ellos.
La firmé con mi
nombre y la publiqué. El éxito fue inmediato y, sin embargo, en vez de sentirme
contenta, algo por dentro me carcomía. No sabía muy bien que me ocurría hasta
que pensé que quizás estuviese relacionado con el tintero. Volví a cogerlo y cuando
miré su base leí lo que ponía en letra pequeña: “…pero todo tiene un precio”.
Me estremecí. Miré
en la papelera y rescaté algunas de la hojas arrugadas con mis historias, a las
que había considerado “basura”. Releí lo que había escrito y para mi sorpresa
ya no me pareció tan malo. Me senté frente a mi máquina de escribir y empecé a
teclear con una lección aprendida: no volver a olvidar buscar y leer la letra
pequeña.
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¡¡¡RETO!!! Participa en el microrreto de El Tintero de Oro, propuesto por M.A. Álvarez quien ha creado un magnífico artículo relacionado con la inspiración. ¡No te lo pierdas! Los requisitos son los siguientes:
"Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras protagonizado por un escritor/a desesperado/a por su falta de inspiración que se encuentra un Tintero de Oro con un mensaje grabado: «pídeme un deseo y lo verás por escrito», aunque este contrato tiene una letra pequeña: «pero todo tiene un precio», por lo que quien pida el deseo deberá atenerse a las consecuencias…"
Tienes de plazo hasta el 30 de septiembre de 2023.
Puedes encontrar más información así como leer todos los relatos participantes aquí.
Hombre... esto ya es un poco descarado. ¿ya le da la historia escrita y todo?
ResponderEliminarAquí se introduce la marcha atrás. Con un espíritu muy bondadoso se topó que le permitió eso, porque " carta a la masa, pesa" " a lo hecho, pecho".
muy acertadamente plasmado el tema de la culpabilidad que hast ahora creo wue solo había salido en lo de Marta.
abrZoo
Así es Gabiliante, le da la historia escrita tal cual, pero el peso de la culpabilidad es demasiado elevado. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarEstá muy bien.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ánxela!!
Eliminar¡Hola, Cristina! Leyendo tu estupendo micro he pensado que si quitamos el tintero mágico y ponemos una tecnológica IA bien podría servirnos de reflexión sobre la cuestión que salió hace unos meses, ahora menos candente, sobre el uso de esa tecnología para crear ficción. Desde luego, estoy con tu personaje. Escribir es algo más que generar palabras y leer algo más que conectar fonemas. Las historias tienen valor porque nacen del particular punto de vista de cada individuo y desde luego eso es lo que las hace interesantes y resonantes. Y eso solo pueden hacerlo los humanos o seres que hayan sentido emociones, frustraciones, alegrías, penas...
ResponderEliminarSin duda tu personaje obra con sabiduría al recuperar sus relatos de la papelera.
Respecto a la originalidad, creo que es algo imposible. Básicamente porque para ello tendríamos que dedicar cinco vidas para leer todo, absolutamente todo, lo que la Humanidad ha escrito para saber qué historia no ha sido nunca contada y cómo.
Una estupenda propuesta que puede generar, además, reflexiones sobre lo que es escribir. Un abrazo!!
Hola, David!! Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices. Lo bonito de escribir es plasmar tu particular punto de vista, tus emociones, sentimientos… muchas veces infravaloramos nuestras creaciones de una manera injusta. Creo que deberíamos aprender de los niños que normalmente se sienten orgullosos de sus creaciones, por ejemplo cuando pintan algo, esperan que un adulto les diga que está muy bien, pero porque ellos están orgullosos de lo que han pintado. Aprender y querer mejorar es bueno, por supuesto, pero también hay que aprender a disfrutar del camino porque al final ahí es donde se nos va la mayor parte de nuestra vida, la meta solo es un momento fugaz. Me gusta pensar que las historias que creamos son valiosas aunque necesiten correcciones, aunque haya que darles varias vueltas todas ellas merecen la pena y no hay que despreciarlas ni compararlas con otras historias que pensamos que son mejores que las nuestras. Y como bien dices, la originalidad es muy difícil de alcanzar. Lo bonito de escribir no es contar algo que nadie haya contado antes sino darle nuestro particular punto de vista, nuestra forma de enfocar el tema es lo que hará que un lector disfrute con lo que escribimos. Me alegra que este relato ayude a reflexionar también sobre la IA, desde luego sería como el tintero de oro mágico. Lo que hay que pensar es que si nos dan las cosas hechas nos sentiremos vacíos. Lo bonito de escribir y del arte en general es la satisfacción de crear uno/a mismo/a algo y estar orgullosos/as de ello por imperfecto que sea. Muchas gracias por tu comentario, David, y un fuerte abrazo!!
EliminarReaccionó en el último momento. Aún hay esperanza para la honestidad literaria...
ResponderEliminarSí, yo creo que sí, que a quienes nos gusta de verdad escribir no perderemos esa honestidad literaria. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarEs que la conciencia es una buena consejera! Je, je! Desgraciadamente muy ausente en muchos ámbitos estos tiempos! Me ha gustado tu relato y moraleja! Un abrazote!
ResponderEliminarAsí lo veo yo también, Marifelita!! Ojalá le hiciéramos más caso a nuestra conciencia, nos iría mucho mejor. Muchas gracias por tu comentario y un abrazote :) !!
EliminarHola Cristina, un relato muy original, el protagonista reaccionó de diferente manera a esa "letra pequeña". Bien planteado.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Hola, Merche!! Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo :) !!
EliminarAsí es, lo mejor es lo escrito por nosotros no lo que nos escriba nadie, ni la magia ni la inteligencia artificial, etc. Saludos.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, Mayte: donde esté lo escrito por nosotros/as mismos/as que se quite la magia o la inteligencia artificial. Para mí la verdadera magia surge cuando dejamos de ser nuestro peor crítico y valoramos lo que escribimos. Muchas gracias por tu comentario y saludos!!
EliminarMuy buen aporte Cristina, la lección es clara: el camino fácil no es el mejor. Saludos.
ResponderEliminarDesde luego, Ana, ese es otro de los mensajes del relato: lo que no ha requerido de nuestro tiempo y nuestro esfuerzo poco valor puede tener. Muchas gracias por tu comentario y saludos!!
EliminarMuy bien planteado, Cristina. No hay atajos, la magia debe nacer en el propio hecho de escribir y más tarde retomar las historias ya escritas, para mejorarlas.y ponerlas en valor.
ResponderEliminarUn saludo.
Así lo veo yo también, Carmen: la magia nace cuando creamos algo y la paciencia es lo que necesitamos en el proceso de corrección, a nuestro ritmo y sin atajos. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!!
Eliminar¡Hola, Cristina! Estupendo relato enfocado completamente a la inspiración. Muchas veces necesitamos darle un respiro y tiempo a nuestras ideas y volver a revisarlas antes de descartarlas por completo, pues siempre se pueden reformular, revisar... y hacer el descarte definitivo (quizás no de todo) tras habernos despejado. Aunque, en muchas ocasiones, no es fácil tampoco.
ResponderEliminarSiempre será mucho más gratificante publicar una historia de cosecha propia. Muy buena reflexión.
Por otra parte, me alegra mucho que te haya parecido interesante el artículo. La historia de la inspiración es curiosísima.
Un abrazo.
Hola, M.A.!! Te agradezco mucho tu propuesta de escritura. Tu artículo sobre la inspiración ha generado mucha inspiración a quienes lo hemos leído!! :D Sí, siempre será más gratificante publicar una historia de cosecha propia, como bien dices. Si no fuésemos tan duros/as con nosotros/as mismos/as no infravaloraríamos tanto nuestras creaciones. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarSi la historia no es propia, por mucho éxito que tenga no puede dar ninguna satisfacción. Lo plasmas muy bien con la reacción de tu protagonista. Un micro estupendo, Cristina.
ResponderEliminarAsí lo veo yo también, Marta. ¿Qué es lo bonito de escribir, sino compartir lo que llevamos dentro, lo que queremos expresar, lo que sentimos...? ¿Y la magia de dar vida a los personajes...? La escritura es maravillosa, pero utilizar una historia ajena y apropiarnos de ella no puede causarnos ninguna satisfacción. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
Eliminar¡Hola Cristina! Al final seguro que lo que tu personaje escribió tiene más alma y profundidad que lo escrito por un tintero mágico. Menos mal que se dio cuenta a tiempo y lo rescato de la papelera.
ResponderEliminarUn muy buen micro centrado en el proceso creativo, la poda narrativa, la culpa y el arrepentimiento al publicar algo que no es suyo.
Un saludo.
Hola, Rocío!! Estoy convencida de que, como tú dices, el personaje de este micro encontró mucha más alma y profundidad en lo que escribió e injustamente tiró a la papelera que en la historia original y perfecta del tintero mágico. Puede que al personaje no le gustase lo que había escrito, pero no le dio ni una oportunidad, simplemente lo consideró "basura" y lo tiró. Pienso que los escritores y artistas en general debemos ser respetuosos con nuestras creaciones y darles siempre una oportunidad de salir adelante. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina.
ResponderEliminarTu historia si qué es interesante y original. Esa letra pequeña no es una maldición, sino un recordatorio de que, a veces, somos demasiado exigentes con nosotros mismos. Cualquier cosa escrita por nuestra propia mano tendrá más sentimiento y personalidad que cualquier otra hecha por "arte de magia" o por "inteligencias artificiales", como bien dice David.
Enhorabuena. Muchas gracias por el regalo.
Un Abrazo.
Hola, Jose!! Ese es el principal mensaje que quería transmitir con el relato: no ser tan exigentes con nosotros/as mismos/as. Estoy totalmente de acuerdo contigo: ninguna magia o inteligencia artificial puede sustituir a una historia creada por nuestra mano que, como bien dices, siempre tendrá más sentimiento y personalidad. Te agradezco mucho tu comentario, Jose, un abrazo!!
EliminarBuen relato Cristina,
ResponderEliminarLa sorpresa de encontrarse con su deseo hecho realidad no le permitió pensar en que no podía ser posible. Gran aportación.
Saludos.
Me alegra mucho que te haya gustado, Antonio!! Muchas gracias por tu comentario y saludos!!
EliminarHola Cristina, creo que el personaje aprendió doble lección. Una por no mirar la letra pequeña pues todo tiene un precio, y otra que escribirla tu misma es más satisfactorio. Buena historia, al final se da cuenta y recular. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola, Nuria!! Sí, el personaje aprendió esas dos lecciones que describes muy bien :) Te agradezco mucho el comentario, Nuria. Abrazos!!
EliminarHola Cristina: Un precio a pagar que le sirvió de recordatorio. Buen micro. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Ainhoa. Un saludo!!
EliminarDesde luego, el sentimiento de culpa es más importante que cualquier novela que nos pueda regalar un deseo concedido.
ResponderEliminarBuen relato, Cristina. Un abrazo de Marlen
El sentimiento de culpa pesa demasiado y el arrepentimiento viene después. Te agradezco mucho tu comentario, Marlen. Un abrazo!!
Eliminar¡Hola, Cristina! Es genial ese final. Lo que creemos que no sirve en un momento, es recuperable en otro. El juego de los sentimientos y emociones de cada instante que producen nublados o días claros. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Emerencia!! Cuánto me alegra que te haya gustado el final. Es así como lo veo yo también. Por eso no estoy de acuerdo con desechar nuestras historias desde el principio, siempre hay que darles una oportunidad o incluso varias. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarEsperemos que el tintero sea bondadoso y se conforme con la insatisfacción de la autora por ingresar dinero y méritos no merecidos. Buen relato con una edificante moraleja.
ResponderEliminarSí, Macondo, el precio a pagar es la insatisfacción de la autora. Nada más y nada menos jajaja. Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarLa auténtica satisfacción no está en el éxito ni en la fama. El precio que paga es esa sensación de fraude que la carcome. Muy bien descrito.
ResponderEliminarAsí lo veo yo también, la satisfacción está en la ilusión y el amor que pones en hacer algo en este caso escribir. Muchas gracias, M.Cristina, por tu comentario!!
EliminarHola Cristina. Un final feliz, de los poquísimos que han asomado a esta edición del Tintero en lo que llevo leído. Es muy cierto, el valor de la escritura no reside en relatos mágicos que aparecen de la nada sin esfuerzo, sino en la constancia y el trabajo, que es lo que poco a poco y con mucho tiempo nos va a hacer mejores escritores. Los atajos no valen en esto de escribir. Buena moraleja la de tu relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge!! Estoy totalmente de acuerdo contigo, es la constancia y el trabajo lo que nos lleva a ser mejores escritores. Y todo comienza en valorarnos y valorar lo que escribimos. Como bien dices, no hay atajos, y si los hubiera no nos harán sentir bien. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, es que la letra pequeña es lo que tiene que es " pequeña" y no solemos hacerle caso.
ResponderEliminarSeguro que tu protagonista tomará nota de todo lo que tenía escrito y le dará su valor .
Un abrazo
Puri
Hola, Puri!! Es cierto, en esa letra "pequeña" suele venir todo lo importante, y rara vez le hacemos caso. Desde luego que sí, que la protagonista va a darle el valor que se merece a lo que ha escrito y lo va a corregir y corregir hasta que sea su agrado :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarMe has hecho pensar en los plagiadores de Tesis y en el valor del propio esfuerzo y honestidad. Muy buen relato. Besos, Cristina.
ResponderEliminarSí, hay muchas personas que prefieren el camino fácil, pero al final eso se vuelve en su contra tarde o temprano. El esfuerzo y la honestidad son muy importantes y más en estos tiempos que vivimos. Muchas gracias, Myriam, por tu comentario. Besos!!
Eliminar¡Cuantísimas veces hemos descartado algo escrito por no parecernos suficientemente bueno!, y es que ser exigente está bien, no hay que conformarse, pero tu particular tintero te recordó que hay que valorarse y darnos oportunidades. Más de una vez he rescatado de la papelera (papelera virtual), relatos que creía malos y resulta que no era para tanto.
ResponderEliminarMe ha gusto tu relato, Cristina.
Hola, Tara!! Creo que a veces hay que darle una oportunidad a lo que hemos escrito por malo que nos parezca. Y no comparar nuestro trabajo con el de nadie. Pienso como tú, que ser exigentes y querer mejorar es algo muy positivo, pero sin olvidar de disfrutar del proceso creativo y del momento. Me alegra mucho que te haya gustado el relato. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarEse Tintero maldito, siempre con sus malas artes, jajaj, e incluso nos nubla la vista y hace ver mal las cosas que hacemos bien
ResponderEliminarMuy buen relato, Cristina.
Un abrazo!
jajajajaja, muchas gracias por tu comentario, Pepe!!
EliminarQué bien que tu protagonista supiese advertir el peligro antes de que fuese demasiado tarde y volver sobre sus pasos para darle una segunda oportunidad a los escritos que había desechado. A veces la mejor literatura surge de un ejercicio de reciclaje. No hay historias malas, sino mal contadas. Sólo es cuestión de darles la vuelta a unas cuantas palabras y de saber dotarlas de la emoción que sólo puede emanar de lo genuino.
ResponderEliminarMuy buen relato, Cristina.
Un fuerte abrazo.
Así me parece a mí también. Siempre hay que darles una segunda, tercera, cuarta y más oportunidades a lo que escribimos. Casi siempre hay algo bueno ahí, solo es cuestión de, como tú bien dices, darles la vuelta una y otra vez hasta que veamos algo que nos guste. Muchas gracias por tu comentario, Estrella y un fuerte abrazo
EliminarHola, Cristina. Buena reflexión y moraleja la de tu micro. Infravalorar lo que se tiene ansiando éxito y reconocimiento puede ser solo una pantalla sin trasfondo. La apariencia y aparentar parece ser más importante que la propia identidad en muchos ámbitos. Buen aporte.
ResponderEliminarSaludos.
Exactamente, JM, cuánta razón tienes!! Vivimos en un constante aparentar y agradar a los demás sin priorizar lo que llevamos dentro y lo que queremos transmitir cuando escribimos independientemente de si tiene éxito o no. Muchas gracias por tu comentario y saludos!!
EliminarHola Cristina!! Es que lo que no es original, no sale de uno mismo, no merece la pena. Estoy contigo. Estupendo relato!! Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Lola!! Es verdad, lo importante es la visión única de cada persona cuando escribe. Para mí eso es lo más hermoso de la literatura y del arte en general. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
Eliminar¡La historia enterita de un abrir y cerrar de ojos! No me extraña que su conciencia no le dejara respirar. Pero mira, para aprender perder. Recogió su trabajo de la basura y se puso a trabajar de nuevo, claro que, ahora, confía en su trabajo. Buena idea para el reto.
ResponderEliminarSaludos