La princesa y el mirlo


La princesa Arianna vivía en un hermoso y gran palacio junto con su padre, el Rey Orian y su madre, la reina Fiora. Era el día de su noveno cumpleaños y toda la nobleza la agasajó con hermosos y lujosos regalos: prendas y vestidos de seda, joyas de todo tipo, animales exóticos de bellos colores…

Arianna se sentía muy complacida, hasta que frente a ella apareció un hombre anciano, muy bajito y andrajoso que le hizo una reverencia.

La joven miró al Rey y a la Reina perpleja.

Este hombre es el sabio Eldrian, muy querido y respetado por todos le explicó Fiora.

Arianna , deseó que ese hombre harapiento se marchase de allí de inmediato, pero como vio que era bien recibido por sus padres, guardó silencio.

Os regalo este pequeño mirlo, alteza ―dijo el sabio mostrándole al ave encerrado en una vieja jaula.

Cuando la princesa vio al pajarillo negro con el pico naranja, le pareció el animal más feo de todos cuantos le habían regalado y no pudo evitar espetarle llena de cólera:

¿Creéis que podéis presentaros ante mí de esa forma tan andrajosa y regalarme un pájaro tan insignificante y tan horrendo? ¡¿Qué os habéis creído?!

Nadie dijo nada. Se respiraba una gran tensión en el ambiente. Ni siquiera los reyes, fueron capaces de intervenir, pues en el fondo tanto Orian como Fiora pensaban que su hija tenía razón.

El sabio Eldrian bajó la mirada y no dijo ni una palabra.

¡Marchaos ahora mismo de aquí! bramó la princesa, y tras dejar la jaula con el mirlo en el suelo, el sabio se fue cabizbajo.

Pasadas las horas, cuando todos los invitados se hubieron marchado de palacio y los sirvientes llevaron a los aposentos de la princesa todos sus regalos, la joven se quedó sola en la habitación aún enfadada por el comportamiento tan inapropiado de aquel que llamaban sabio. «¿Sabio? ¡No es más que un andrajoso!», se dijo llena de rabia.  

Pero en ese momento escuchó el canto de un pájaro. La princesa se volvió y vio que se trataba del pequeño mirlo. «¡Qué sirvientes más estúpidos, ¿por qué me lo han traído? ¡No lo soporto!» se dijo irritada. Iba a llamar a su doncella para ordenarle que se lo llevase, pero el hermoso canto del mirlo le llegó al corazón y la princesa no pudo menos que escucharlo. El pajarillo no dejó de cantar hasta que anocheció. Arianna se preguntó cómo un ser tan pequeño y tan poco vistoso podía cantar de esa forma tan cautivadora.

A la mañana siguiente, el hermoso canto del mirlo despertó a la princesa que volvió a escuchar al ave con embeleso. Sintió pena de tenerla cautiva y entonces abriendo la ventana de sus aposentos y después la puerta de la jaula le dijo con suavidad:

Puedes irte. Adelante, eres libre.

El mirlo, rápidamente salió volando y Arianna lo siguió con la mirada hasta que lo perdió de vista. La princesa fue inmediatamente a hablar con sus padres y les explicó que estaba arrepentida por como había tratado al sabio Eldrian y les pidió que le invitasen al palacio de nuevo, porque quería disculparse con él.

Los reyes mandaron a dos de sus súbditos que buscasen a Eldrian y le trajeran al palacio. Al día siguiente el sabio se presentó de nuevo, vestido de igual manera que el día del cumpleaños de Arianna, pero a esta ya no la incomodó.

Os he pedido que vinierais porque os debo una disculpa. No os traté bien, y el regalo que me hicisteis me ha enseñado algo muy importante.

El sabio asintió despacio con la cabeza y entonces miró fijamente a los ojos a la princesa y le preguntó:

―¿Puedo saber que os ha enseñado el mirlo, alteza?

―Lo desprecié, porque me pareció insignificante comparado con los demás regalos que me habían hecho. Pero su hermoso canto me conmovió tanto, que lo he liberado, y al hacerlo siento que yo también me he liberado del peso de la ingratitud y la soberbia. Lo siento mucho, sabio Eldrian.

―Acepto vuestras disculpas, alteza. Y me alegra que os hayáis dado cuenta de que el ser que aparentemente parece el más pequeño e insignificante, puede ser el más importante para vos y el que mejor os haga sentir. También me alegro de que hayáis liberado al mirlo, porque al hacerlo, habéis conseguido un amigo.

La princesa se sorprendió ante las palabras del sabio, pero ya no dijo nada más. El anciano hizo una reverencia y se marchó. Entonces, cuando Arianna, regresó a su habitación vio al pequeño mirlo sobre el alféizar de su ventana.

La joven se acercó a él y este no solo no se asustó sino que empezó a cantar otra vez. Arianna se sintió dichosa y agradecida de haber recibido un regalo tan maravilloso. 

**** 

El VadeReto propuesto por JascNet para este mes de diciembre, consiste en escribir un relato a partir de una fábula y que transmita la misma moraleja.

Mi relato está inspirado en la fábula El león y el ratón, y la moraleja es: "No desprecies a los demás, pues todos tenemos cualidades que nos hacen muy especiales". 

Aunque ya queda poquito para que termine el mes, os animo a participar y a leer todos los relatos participantes. Más información aquí

Os deseo que tengáis unas muy Felices Fiestas 💫

Comentarios

  1. Qué cuento tan bello, cuya moraleja deberían aplicarse muchas personas. "No desprecies a los demás, pues todos tenemos cualidades que nos hacen muy especiales".
    Sin duda así es, cada persona o animal tiene cualidades que le pueden hacer diferente, especial...
    Me gustó mucho de principio a fin, te aplaudo. Un fuerte abrazo. Gran aporte al VadeReto.

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    1. Cuánto te agradezco tus palabras, Nuria!! Es una bonita moraleja que refleja la realidad, cada ser debe ser tratado con respeto y amor porque como bien dices todos tenemos cualidades que nos hacen diferentes y especiales. Además, las diferencias nos enriquecen y nos hacen mejores. Me alegro mucho de que te haya gustado. Un fuerte abrazo para ti también!! 🤗

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  2. Hola, Cristina.
    Primero de todo, perdón por la tardanza. Ya te comenté que tenías problemas con el ordenador y sigue de baja el muchacho, así que he buscado otra forma de acceder a WordPress y a tu relato.
    Has acertado plenamente en las condiciones del VadeReto de este mes. Has escrito una preciosa fábula con una de las moralejas más interesantes e importantes.
    Hoy en día, quizás más que nunca, la apariencia es una tarjeta de presentación inevitable. El aspecto físico, la indumentaria, la forma de hablar, hasta el acento; por no hablar del color de la piel, la procedencia y otras cualidades que son inherentes a cada uno, pero que además lo identifica y lo diferencia de los demás.
    Esa primera impresión no es más que el simple envoltorio de un contenido que, a veces, no dejamos que luzca. Siempre me acuerdo de una frase que decía mi abuela: «no desprecies un regalo envuelto en papel de diario hasta que veas su interior».
    Además, haces hincapié en una frase que me encanta y debería estar esculpida en todos los colegios y centros de formación: «todos tenemos cualidades que nos hacen muy especiales».
    Como dices en el comentario a Nuria: «las diferencias nos enriquecen y nos hacen mejores».
    Ni que decir tiene que tu fábula me ha encantado. Muchísimas gracias por regalarla al VadeReto.
    Muchas Felicidades para las Fiestas que quedan y que el 2024 te traiga muchísima alegría, risas y cuentos para leer y escribir.
    Un Abrazo grande.

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    1. Hola, Jose Antonio!! Espero que tu ordenador funcione bien pronto. Muchas gracias por el reto tan chulo que nos has propuesto y por tu maravilloso comentario. Me encanta la frase de tu abuela: «no desprecies un regalo envuelto en papel de diario hasta que veas su interior». ¡Y qué razón tenía! Porque cuántas veces miramos más el envoltorio que el contenido... Cuánto me alegro de que te haya gustado mi fábula, ha sido un placer participar en el VadeReto, tanto que me he propuesto para este 2024 participar todos los meses :) Igualmente, te deseo unas Felices Fiestas y que el 2024 te traiga todo lo mejor y por supuesto como dices tú: alegría, risas y cuentos para leer y escribir :) Mil gracias y un fuerte abrazo!!

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  3. ¡Hola, Cristina! Las apariencias engañan y los prejuicios engañan aún más. Cada ser humano es único, al menos de momento, y dentro de cada uno existe un universo de claros y oscuros, de grandeza y miseria. Por eso debemos aprender a mirar con los ojos de ese sabio y de esa forma maravillarnos de todo lo que la vida nos ofrece a su paso. Un abrazo y feliz 2024!!!

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    1. Hola, David!! Qué alegría que te hayas pasado por aquí y me hayas dejado tu comentario 🤗 Estoy totalmente de acuerdo contigo y desde luego que estaría bien "aprender a mirar con los ojos de ese sabio", como bien dices. Todo nos iría muchísimo mejor. Muchas gracias, David, un fuerte abrazo y feliz 2024!! ✨

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  4. Te quedó muy bien Cristina, un relato con su adecuada carga dramática, con personajes bien delineados. La princesa llega a caernos mal jajaja, pero me encanta que al final aprende la lección y es lo suficientemente humilde para pedir disculpas. Un relato muy bonito. Enhorabuena. Feliz 2024.

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    1. Jajajajaja, sí, la princesa es insoportable, menos mal que cambia de actitud. Como tú bien dices, aprende la lección y pide disculpas. El pequeño mirlo la hace reaccionar. Qué alegría que te haya gustado, Ana. Muchas gracias por tu comentario y Feliz 2024!! ✨

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  5. Qué relato más precioso! Realmente las apareincias engañan. Dentro de cada persona hay tanto para compartir que no somos conscientes de ello. También es verdad que cada persona tiene mucho que dar a los demás. Hay que seguir intentando que no se pierda la humanidad, que ser buena gente empiece a estar de moda. Ahora... las apariencias es lo que gana.
    ¡Feliz entrada del año! ¡qué este año 2024 nos traiga muchos momentos para compartir!

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    1. Gran reflexión, Jose: "Hay que seguir intentando que no se pierda la humanidad, que ser buena gente empiece a estar de moda" Eso sí que estaría bien como principal propósito para el año nuevo. Si fuese así, podríamos crear un mundo realmente hermoso y mágico. Te agradezco mucho tu comentario e igualmente: Feliz 2024, espero que nos traiga todo lo mejor. Un abrazo!!

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  6. Un cuento precioso, Cristina, con una moraleja que está de actualidad en la vida de hoy día. Dicen que las apariencia engañan, pero se sigue juzgando a la gente según sus apariencias. Lo vanal y efímero están de moda. El giro que dio la princesa cuando llegó a sentir el valor del canto del mirlo, al que no le había dado ni la más mínima oportunidad, me dice que todo puede cambiar. ¡Ojalá!
    Un abrazo!

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, María Pilar. Nos dejamos llevar fácilmente por la apariencia, como por tantas otras tonterías y así nos va... La princesa consigue ver con los ojos del corazón y cambia su actitud. Ojalá todos supiésemos mirar con los ojos del corazón, no juzgaríamos y dejaríamos de ser tan superficiales. Claro que sí, todo puede cambiar, aún estamos a tiempo. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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  7. Hola, Cristina.
    Tienes un mensaje de Rocío Cala en la entrada del VadeReto.
    Por lo visto, no pudo hacerlo aquí.
    Un Abrazo.

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    1. Hola, Jose!! Muchas gracias por avisarme. Ahora mismo voy a mirar en tu blog el mensaje de Rocío ;) Un abrazo!!

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