Su color favorito
Todos los compañeros de Teresa se quedaron pasmados al verla, pues ella solía vestir con colores más discretos. En aquella ocasión lucía un vestido amarillo con los pendientes, el bolso y los zapatos de ese mismo color.
En cuanto Andrea llegó a la oficina y vio a Teresa, le preguntó sorprendida:
―¿Por
qué te has vestido así, Teresa?
Al fin, había
conseguido que Andrea, quien siempre la trataba como si no existiera, le
hablara.
―Me
gusta mucho el color amarillo ―le respondió con naturalidad.
―Ya veo
―murmuró Andrea arqueando una ceja.
En la oficina, todos cuchicheaban y se reían de Teresa.
Pero ella estaba tan emocionada de que Andrea le hubiese hablado que no le
importó la opinión de los demás. De hecho, a partir de ese día Teresa iba
siempre vestida con prendas y complementos de color amarillo y cada vez que
Andrea la miraba, se sentía muy feliz.
Sin embargo, pasado un tiempo, en la oficina todos se
fueron acostumbrando a su llamativa vestimenta, por lo que Teresa dejó de ser
el centro de atención y Andrea ya no le hacía ningún caso.
Un día, Teresa regresó a su casa con lágrimas en los ojos
y pensó en cambiar el color de su indumentaria. «Quizás
si me vistiera de rojo…», pensó. Pero enseguida se dio cuenta de que, con el
tiempo, Andrea volvería a ignorarla. Por eso, Teresa decidió que seguiría vistiéndose
de amarillo, su color favorito.
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Esta historia ha surgido a partir de la propuesta de Merche Soriano en su fantástico artículo publicado en El Tintero de Oro. Consiste en escribir un microrrelato de hasta 250 palabras en el que predomine un color. El plazo es hasta el 31 de enero de 2024. ¡Os animo a participar!
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¡Hola, Cristina! Pues sí, hizo bien en no cambiar su indumentaria y menos por querer agradar a alguien, ya sea por amor o por lo que sea, no merece la pena, jeje. Aunque la mujer debería ser un cuadro toda de amarillo, como para no fijarse, jajaja. Buena propuesta.
ResponderEliminarGracias por participar.
Un abrazo. :)
Hola, Merche!! Sí, hizo bien en no cambiar, aunque como bien dices resultaría imposible no fijarse en ella, jajajaja. Me alegra mucho que te haya gustado. Muchas gracias por este reto de escritura tan original que nos has propuesto y por tu comentario. Un abrazo!!
EliminarHola, Cristina, me ha encatado este micro. Teresa demuestra que tiene personalidad y si alguien la quiere o se fija en ella que sea por ser la persona que es. A ella le gusta cómo va, se identifica con ese color, ¿por qué va a cambiar? Yo la aplaudo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, María Pilar!! Me alegra que te haya gustado. Sí, Teresa se viste de amarillo para llamar la atención, pero luego se da cuenta que le encanta ese color y por eso no lo cambia por otro. Yo también la aplaudo. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, me parece que Teresa al principio se equivoca tratando de llamar la atención pero luego recapacita y deja de hacer las cosas por agradar. Muy buena enseñanza en tu relato. Me gustó mucho. Abrazos.
ResponderEliminarHola, Ana!! Así es, Teresa al principio tan solo quiere llamar la atención de Andrea, pero luego se da cuenta de que comportarse así tan solo le hace daño. Y como bien dices, recapacita y deja de hacer las cosas por agradar. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, un buen relato. Me alegro que Teresa no cambiase su indumentaria. un abrazo
ResponderEliminarHola, Nuria!! Yo también me alegro de que no cambiase :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, feliz año para una Teresa encontrándose a sí misma y también para tí. A mí también me gusta el amarillo y la vida que trasmite. Bonita historia. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Juana!! Es verdad, el amarillo transmite mucha vida y según el artículo de Merche es un color que potencia la creatividad. ¿Qué mas le podemos pedir? jeje. Feliz año también para ti. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
Eliminar¡Hola, Cristina! Ojalá hubiera muchas personas vestidas de amarillo por la calle, en el metro. Nunca mejor dicho, dan color a la vida. Tanto la propia como la ajena. Es verdad que cuando alguien viste de manera llamativa la primera reacción que provoca es cierta mofa, pero al poco te das cuenta de que ver a esa persona vestida así te hace sentir alegría, te mejora el ánimo. La vida rutinaria ya es demasiado gris y eso se ve en los tonos oscuros que predominan un lunes por la mañana.
ResponderEliminarEstupendo y colorido aporte al reto. Un abrazo!
Hola, David!! Sí, jajajaja, tienes mucha razón, el amarillo da mucha alegría y estaría bien que nos vistiéramos con este color, para animarnos. Lo que pasa es que a la mayoría nos gusta pasar desapercibidos, y creo que por eso solemos elegir ropa oscura. Pero vaya, que quien se atreva a vestirse de amarillo ¡bravo! :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!
EliminarA mi me parece que hizo bien en no cambiar y pasar de lo que pensaran los demás. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Opino como tú :) Muchas gracias por tu comentario, lady_p, y un abrazo!!
EliminarLas personas que visten con colores llamativos demuestran tener una gran personalidad y mucha vitalidad y energía! No todo el mundo se atreve a llevarlos y ser el centro de atención! Un abrazote!
ResponderEliminarAsí es, Marifelita!! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Muchas gracias por tu comentario y un abrozote para ti también!! :)
EliminarHola Cristina un relato en el que nos muestra la llegada de la madurez y a la vez de la libertad de ser una misma. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Ainhoa!! Me encanta tu visión del relato. Ese es el mensaje: priorizar la libertad de ser una misma antes que agradar a los demás. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarAh, pobre, ni vistiéndose de amarillo logró la atención permanente de Andrea. Creo que mejor debería poner sus pretensiones en otra persona porque con Andrea no le veo futuro. Me ha encantado el relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajajaja, es verdad, Rosa, tienes toda la razón. Más vale que se olvide de Andrea ;) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina. Tenemos tendencia a buscar la aceptación de los demás con sosas y actitudes que muchas veces no nos aportan nada. Lo importante es tener la aceptación de uno mismo, y luego la de las personas que de verdad te importan y están a tu lado. El resto es presunción vacía. Tu relato nos habla de eso y creo que Teresa se dio cuenta de que la aceptación de Andrea no valía tanto esfuerzo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge!! Lo que dices es una gran verdad. ¿Cuántas veces por intentar agradar a los demás dejamos de ser quienes realmente somos? Como bien dices "Teresa se dio cuenta de que la aceptación de Andrea no valía tanto esfuerzo". Y es que es eso justamente: creemos que esforzándonos conseguiermos que otros nos acepten o nos amen. Cuando, en realidad, no tenemos que esforzarnos, simplemente ser como somos, querenos a nosotros mismos y respetarnos. Una vez hecho esto quien nos acepte y nos quiera bien y quien no pues "aire" :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina. Has ido a elegir un color tan bonito, en general, como conflictivo, en determinados sectores, como el teatro (creo que desde que Moliére murió interpretando "El enfermo imaginario" vestido de ese color) y el taurino. Me ha gustado mucho tu aportación al reto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Macondo!! Sí, en el teatro no quieren ni ver el amarillo. No recuerdo el motivo, pero seguro que fue por alguna tragedia como bien dices. Me alegra que te haya gustado mi aportación. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarEste es un muy buen relato por todo lo que conlleva. En un principio me extrañó el nombre de Merche en estos pero ya recordé que es parte de El Tintero de Oro.
ResponderEliminarUn abrazo!
Sí, Merche forma parte del equipo de El Tintero de Oro. Muchas gracias, Maty, por tu comentario y un abrazo!!
EliminarA veces necesitamos llamar la atención para sentir que existimos. El recurso del color es infalible, hasta que se diluye su impacto cuando se normaliza o se normaliza el rol que representa su uso. En la aceptación de la extravagancia de Teresa radica el retorno a ser una más, pero no que ella se sienta una menos. Linda historia la de la chica de amarillo. Saludo.
ResponderEliminarExacto, Fernando, cuánta razón tienes!! Al final Teresa no consigue la atención de Andrea, pero consigue algo más importante y es, como bien dices, que ya no se siente una menos sino una más, aunque Andrea no le haga ningún caso. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!!
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminar¡ Buenísima reflexión!
No existimos para impresionar a las personas que nos rodean, sino para ser felices y realizarnos.
Simplemente ser uno mismo.
Un abrazo, suerte.
Hola!! Muy bueno todo lo que dices: así debería ser siempre, creo que nos iría mucho mejor en la vida. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, un relato con un buen mensaje, no hacer las cosas para agradar a los demás, un gran proceso madurativo en tan solo 250 palabras! enhorabuena! Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Lulita!! Exacto, no se trata de agradar a los demás sino de sentirse bien con uno/a mismo/a ;) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarQué bueno que haya decidido seguir vistiendo con su color preferido, pues la aceptación de los demás no pasa por los colores que usamos, sino por otros motivos, como la personalidad.
ResponderEliminarMuy buen micro, un abrazo.
PATRICIA F.
Sí, yo también me alegro de que la protagonista decida seguir vistiendo con su color preferido :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina, un micro además de potente, también reflexivo.
ResponderEliminarLa felicidad propia no está en el sentir de los demás, si no en lo que uno siente y el cómo lo siente, y cuando se está feliz con uno mismo, no hay forma de derribarte.
Un abrazo.
Hola, I. Harolina!! Maravillosa reflexión. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
Eliminar¡Hola Cristina! Qué triste que la protagonista de tu relato no lograra mantener la atención de Andrea pero a la vez que potente el mensaje de aceptación que mandas. Menos mal que decidió mantener sus gustos y no cambiar su manera de vestir por otra persona.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Rocío!! A veces por buscar la aceptación de los demás, nos alejamos de nuestros gustos, de nuestra verdadera forma de ser y eso es lo que realmente nos hace infelices. Como bien dices la protagonista toma la decisión de mantener sus gustos y creo que, a la larga, eso es lo que le conducirá a la felicidad. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!!
EliminarHola Cristina.
ResponderEliminarTeresa equivoca su intención de llamar la atención de Andrea, pero luego recapacita y deja de hacer las cosas por agradar. La felicidad propia no depende de la opinión de los demás. ¡Buena actitud y buena enseñanza en tu micro!
Un saludo.
Marlen
Hola, Marlen!! Opino igual que tú. La felicidad propia no puede depender de la opinión de los demás. Hay que mostrarse tal cual se es y respetar los propios gustos. Aunque sea difícil no ser aceptado por quien quieres, eso es preferible a convertirse en una marioneta. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!!
EliminarMe ha encantado tu micro, Cristina.
ResponderEliminarTodo el mundo debería vestir del color que le diese la gana sin preocuparse de cómo reaccionarán los demás. Si existen todos los colores en la naturaleza, ¿por qué hemos de resignarnos a usar sólo unos cuantos?. El amarillo da alegría, lo enciende todo y además es divertido. A veces nos olvidamos de lo bien que nos sienta a todos reír.
Un fuerte abrazo.
Qué bonito todo lo que dices, Estrella. Así lo veo yo también. El amarillo da mucha alegría. Quizás si nos vistiéramos con colores más alegres y vivos, seríamos más optimistas. Desde luego que sienta bien reír, ojalá riésemos más. Muchas gracias por tu comentario y un fuerte abrazo!!
EliminarHola Cristina, el amarillo es un color precioso y tu protagonista hizo bien no cambiar de color. Tu micro nos invita a reflexionar sobre según que cosas o comportamientos vemos a los demás así actuamos.
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Hola, Puri!! Sí, tienes toda la razón, así somos: muchas veces actuamos en función de los demás. Yo también pienso que el amarillo es un color precioso :) Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarEso es Crisitna, lo importante es lo que pienses tú sin dejarte influenciar por la toxicidad del que solo utiliza la misma para su propio provecho. Bien por tu prota.
ResponderEliminarUn abrazo!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Pepe. Sí, bien por ella!! jajajaja. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarTeresa aprendió que tiene que hacer lo que a ella le gusta porque a ella le guste y no por lo que opinen los demás. Bravo.
ResponderEliminarAsí es, al final se dio cuenta de que no merecía la pena malgastar su vida intentando llamar la atención de alguien que no la merece. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
Eliminarme quedo con las ganas de saber cómo vestía la siesa de Andrea. Wue tampoco debía valer mucho, pero una se encaprichado y no hay quien se quite la fijación de la cabeza.afortunadamente tenía slgo más que fijaciones.
ResponderEliminarAbundando en el comentario de David, deberíamos ir de negro los lunes, de gris los martes, y ya apartar de aquí, hasta llegar al máximo chillón cada uno según sus gustos, el viernes.
Abrazooo
Jajajajaja, sí, hubiera estado bien describir la vestimenta de la siesa de Andrea, jajajaja. Y respecto a los colores según el día también tiene su gracia jajajaja. Muchas gracias por tu comentario y un abrazoo!!
EliminarLa de cosas que hacemos por tener aunque sea unas migajas de atención de los demás!! Menos mal que Andrea se dio cuenta que lo importante es ser uno mismo. Me ha gustado mucho el micro, un abrazo muy grande Cristina!!
ResponderEliminarSí, Lola, es triste pero sucede mucho más a menudo de lo que creemos. Visto desde fuera nos parece algo "tonto", pero quien lo vive puede llegar a sufrir mucho. A veces un simple cambio de actitud soluciona el "gran problema" que es lo que hace la protagonista de este micro. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario y un fuerte abrazo!!
EliminarHola, Cristina.
ResponderEliminarEl amarillo tiene mala fama por las leyendas del teatro y los artistas, sin embargo, siendo de Cádiz, comprenderás que me encante.
Magnífico relato con una gran moraleja: Es importante sentirse bien con uno mismo. Podemos ser nuestro más intenso crítico, pero no nuestro mayor detractor.
Teresa crecerá a a partir de ahora porque comprendió la importancia de creer en uno mismo.
Enhorabuena.
Un Abrazo
Hola, Jose!! Me alegra que este relato te haya gustado y que hayas captado tan bien su esencia. Desde luego que lo más importante es sentirse a gusto con uno mismo. Estoy segura de que a partir de ahora Teresa crecerá, como bien dices. Con un simple cambio de actitud rompió la fuente de su tormento que no era otra que su forma de pensar y de actuar. Muchas gracias por tu comentario y un agrazo!!
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