Soledad

 

Imagen de Vanesa en Pixabay

Recuerdo el primer día que desperté en la oscuridad sin ti. No podía creer que ya no estuvieses conmigo. Ya nunca me protegerías del mal, de las pesadillas, de mí misma. Simplemente te marchaste sin ni siquiera despedirte. El dolor era insoportable. Para sobrellevarlo, llegué a pensar que, quizás, tu presencia en mi vida tan solo fue una ilusión.

Pero esta noche es diferente. He dejado la oscuridad a un lado y, asomada a la ventana, escribo estas palabras en un trozo de papel. Bajo la mirada luminosa y atenta de la luna llena, no me siento tan sola. Ella me hace compañía, incluso siento que me ama y que siempre estará ahí. No como tú que, de repente, te desvaneciste.

¡No! ¡No puede ser! Ahora mismo estoy viendo algo que me está dejando sin aliento. Mi corazón palpita con fuerza. No sé cómo, pero puedo ver tu sombra en la luna. ¿Acaso me dejaste a mí para irte con ella? ¿Es a ella a quien amas? Me has arrebatado todo. Incluso la compañía de la luna que en vez de calmarme ahora me hiere como un disco afilado. ¿Cómo puedes haberme hecho algo así? ¿Quién me acompañará en la oscuridad?

Estoy perdiendo la razón. Tengo que calmarme. Dejar de llorar. Aceptar la soledad de la noche al igual que acepto la soledad del día. Además, la luna siempre estuvo sola, desde el principio de los tiempos, y no por ello dejó de ser quien es. Por eso debería alegrarme por ella. Se merece tu compañía ¡Pero, soy tan egoísta! Aún faltan largas horas para que despunte el alba, estoy temblando y el papel se me ha acabado.  

————————》✧《—————————

¡¡¡RETO!!! Con este relato participo en el reto de escritura de Alianzara Comunidad Literaria. El reto consiste en elegir tres versos de la canción Ecos de Amor, de Jesse & Joy y distribuirlos por la historia. En este relato los versos que he elegido están en negrita y son: “Desperté en la oscuridad”, “Puedo ver tu sombra en la luna” y “Estoy perdiendo la razón”. ¡Animáos a participar! Tenéis plazo hasta el 31 de julio. Más información aquí

Comentarios

  1. Hola, Cristina.
    ¡Precioso!
    Una carta abierta a un amor perdido que queda sin especificar. De este modo, puede ser una pareja, un padre, un amigo, si no le hacemos caso a la imagen, incluso una mascota muy querida.
    Has engarzado muy bien las frases y le has dado ese tono romántico y poético que también tenía la canción.
    Enhorabuena.
    Que los Ecos del Amor bendigan a Alianzara en Salud y Longevidad.
    Un Abrazo Grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Jose! Pues en efecto, es una carta a ese amor perdido. Cuando lo escribí pensé en una pareja, pero es cierto que al no especificar queda abierto a lo que cada lector/a quiera pensar, como bien dices. Oye y también podría ser una mascota jajajaja, de hecho en la imagen aparece un pájaro, podemos no hacer caso al hombre jajajajaja.
      Me alegra mucho que te haya gustado. Y sí, ojalá el proyecto de Alianzara salga para adelante con mucha fuerza y por mucho tiempo porque me hace muy feliz.
      ¡Muchas gracias por tus palabras y un abrazo grande!

      Eliminar
  2. Me ha encantado tu relato y desde luego tu Blog Cristina, que sin duda, me pasaré a visitar más a menudo. Un abrazo grande 🌼🫶🏻🥰

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Rovica! A mí también me encanta tu blog y lo que escribes. ¡Un abrazo grande! 🩷

      Eliminar
  3. Hola Cristina.
    Parece que la canción nos ha llevado a las dos por el mismo camino de la pérdida del ser querido. Aunque, no sé por qué, en tu relato siento más un abandono que una muerte. Tal vez es el reclamo de que el amor se desvaneció y es sólo la luna quien le hace compañía y mitiga su dolor. Aunque ese es también un tesoro que el amado le arrebata, y los reclamos se recrudecen.
    Muy bien seleccionadas las frases e incluidas en el relato. Me gusta sobre todo la tercera: Estoy perdiendo la razón. La protagonista escribe una carta a la luz de la luna, para quien ya no está, para calmarse y dejar de llorar, para confirmar que el final es realmente el final. ¡Enhorabuena!
    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Marlen! Sí, puede ser un abandono o una muerte. Dejo que quien lo lea lo interprete como desee. La protagonista no lo especifica, tan solo se lamenta de que la persona a la que ama ya no está con ella. Y no consigue aceptar la pérdida hasta que escribe esa carta en un trozo de papel y cuando se le termina el papel tiene que poner punto y final. Como muy bien dices de esta manera se da cuenta de que "el final es realmente el final". Ya no hay nada más que añadir. Solo le queda aceptar la realidad, por dura que resulte. ¡Muchas gracias por tu comentario y un abrazo grande!

      Eliminar
  4. Hola Cristina, hemos coincidido en un par de versos. Y es que son muy descriptivos. La luna es como el testigo silencioso de nuestros pensamientos, sueños e inquietudes. Incluso de nuestro llanto como la protagonista. Tú relato parece parte de un reflejo de mis noches porque tengo la extraña costumbre de hablar con la luna y es en esos momentos cuando más melancolía y ausencia siento por los que ya no están. Es muy difícil sobrellevar la ausencia del ser querido. Y la luna es una compañía que nunca se queja ni se cansa de oírte.
    Precioso texto Cristina. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Nuria! Sí, es cierto, hemos coincidido en un par de versos. Es que dan mucho juego ajajajaja. Para mí el de la luna no podía faltar, porque como dices de esa forma tan bonita: "es como el testigo silencioso de nuestros pensamientos, sueños e inquietudes" No podría decirlo mejor. Recuerdo una vez, por la noche, que estaba muy, pero muy triste y al ver la luz de la luna, que se colaba en mi habitación con un brillo tan intenso sentí que me estaba consolando de alguna manera. Quizás pueda parecer una tontería, pero en aquel momento sentí que me estaba acompañando de alguna manera. Y me calmó.
      Lo que me comentas, Nuria, de hablar con la luna es una costumbre preciosa que te ayuda a sobrellevar la ausencia de tus seres querídos.
      Veo a la luna exactamente como tú, una compañía que nunca se queja ni se cansa de oírnos, que siempre nos acompaña en las noches, por frías y oscuras que sean.
      ¡Muchas gracias por tus palabras, Nuria, y un abrazo grande!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Su color favorito

La magia de Katu

La letra pequeña