Dormido

Imagen de Piyapong Saydaung en Pixabay Álvaro estaba haciendo su maleta. Alicia ya había terminado de hacer la suya y empezó a ayudarlo. Pero cuando aún estaba guardando las cosas, Álvaro cerró repentinamente la maleta. —¡Cuidado que me das! —gritó ella. Sara, la hermana de Álvaro, que estaba observándolo todo, dijo en tono burlón: —Está dormido el pobre. Y así era. Álvaro tenía los ojos soñolientos y no hacía más que bostezar. Alicia lo miró divertida y tras guardar una última cosa en la maleta y cerrar la cremallera anunció: —Bueno, ya hemos terminado de hacer las maletas. Nos vamos. Pero él no parecía tener ninguna intención de marcharse porque se desplomó sobre la cama de la habitación del hotel. Alicia le dijo a Sara: —Oye, espabila a tu hermano que ya es tarde y perderemos el tren si no nos vamos ya. Sara trató de convencer a Álvaro para que se levantara y él respondió: —Idos vosotras. Yo me quedo aquí, que no puedo con mi cuerpo...