La estatuilla
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Carta: Earth Wisdom |
Iladia se estaba adentrando en el bosque cada vez más, hasta que, de repente, vio una calcedonia. La cogió y regresó a su aldea. En la plaza había tres mujeres a quienes les mostró el mineral. Ellas sabían que la calcedonia era el símbolo de la conversación. Por eso, fueron a buscar a todos los demás. Iladia les explicó llorando que había roto la estatuilla por el terrible dolor que sintió al morir su hija. Los aldeanos y aldeanas se conmovieron y la perdonaron. Ya no volvieron a construir ninguna estatuilla porque descubrieron que la divinidad vivía en sus corazones.
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¡¡¡RETO!!! Con este microrrelato participo en el reto del mes de julio, propuesto por Lídia Castro Navàs. Estas son las condiciones:
- Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
- En tu creación debe aparecer el mineral: calcedonia.
Para más información haz clic en EscribirJugando.
Bonita y triste historia, Cristina. Es verdad que la divinidad está dentro de nosotras, no fuera. Muchas gracias por tu aportación al desafío de este mes. Te mando un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lídia, por la propuesta de escritura como siempre tan inspiradora y tu comentario. ¡Un abrazo!
EliminarHola Cristina, una historia que conmueve y que enseña que no necesitamos representaciones de divinidades, cuando la tenemos en nuestro interior. Que la fuerza interna nos puede sostener y también enseña el valor de la comunidad, apoyando y sosteniendo al que la está pasando mal. Los elementos del reto están bien integrados en el relato. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola, Ana! Cuánto me alegra que te haya conmovido esta historia. Exacto, es tal y como dices no necesitamos representaciones de divinidades y el apoyo de la comunidad puede ser de gran ayuda. ¡Muchas gracias y saludos!
EliminarLa confesión de Iladia tuvo el resultado esperado; el perdón, porque es cierto que vive en los corazones.
ResponderEliminarUn bellísimo microrrelato Cristina, felicidades.
Un abrazo
Muchísimas gracias, Nuria, por tus palabras. El perdón está muy infravalorado y por eso quise darle un lugar prioritario en este micro. Me alegra que te haya gustado. ¡Un abrazo!
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