Sakima: el pequeño jefe indio
El anciano jefe indio, Nayat, acababa de morir. Él había protegido a su pueblo de los espíritus malignos, pero, tras su muerte, los espectros invadieron el pueblo.
Nayat había
designado como sucesor a Sakima, pero este era solo un niño y, por eso, ningún
indio lo aceptaba como jefe. Sin embargo, Sakima, indiferente a la opinión de
los demás, se sentó frente al fuego y comenzó a tocar su tambor de bolas. Inmediatamente,
todos los espectros huyeron despavoridos.
Una gran estrella
iluminó el cielo y los indios, admirados, aceptaron al pequeño Sakima como el jefe
de su tribu.
***
¡¡¡RETO!!! con este microrrelato participo en la original iniciativa de Lídia Castro Navàs. Estas son las condiciones para el reto de octubre:
- Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
- En tu creación debe aparecer el mineral: estrella.
Podéis encontrar más información en Escribir Jugando del Blog de Lídia.
Me encanta, Cristina! Tuvo que demostrar su valía cuando nadie confiaba en él por ser un niño. Buen relato. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lídia!! Como siempre, es un placer poder participar en tus desafíos. Un abrazo!!
EliminarHola Cristinna, una historia muy inspiradora. Un gran aporte al reto de Lidia, saludos.
ResponderEliminarHola, Ana!! Muchas gracias por tus palabras. Saludos!!
EliminarYa tenía madera de líder. Será verdad que nacen, y no se hacen.
ResponderEliminarSí, quién sabe. Con este micro quería resaltar la sabiduría de la niñez. Ojalá escuchásemos más a los/as niños/as. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarLos niños siempre sorprenden y este además logró echar a los espectros. ¡Un micro genial!
ResponderEliminarUn saludo.
Jajaja, sí, es verdad!! Muchas gracias MJ. Saludos!!
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