El hilo rojo
Andrea no soportaba la ausencia de Kairla92. Desde que, hacía dos meses, el mundo había sido dividido en dos territorios, no la había vuelto a ver. A Kairla92 se la habían llevado al extenso territorio destinado a los androides y a ella la habían llevado al pequeño territorio reservado a los humanos.
Todo ocurrió muy rápido. Miles de androides, se rebelaron porque no querían seguir sirviendo a los humanos y crearon una frontera mundial con un fino hilo rojo, pero que emitía un resplandor cegador. Si algún humano o androide intentaba atravesar la frontera, el hilo, aun sin ser rozado, lo fulminaba con una descarga eléctrica.Sin embargo, ahí estaba Andrea, frente al hilo rojo, esperando ver a su amiga. Sabía que era muy peligroso. Además, estaba convencida de que las posibilidades de ver a Kairla92 eran ínfimas, por no decir nulas.
Pero no podía evitar sentir que tenía que hacer algo. Que no podía conformarse con la vida que le habían impuesto. Kairla92 no solo era una máquina para Andrea. La androide, había cuidado de ella cuando fue pequeña y, después, cuando creció, se convirtió en su mejor amiga. Siempre habían estado juntas hasta el aciago día en el que las separaron.
La joven recordaba a la perfección lo que ocurrió. Había androides armados por todas partes y dos de aquellos androides entraron en la casa y se llevaron por la fuerza a Kairla92. Dos días después escucharon en las noticias que los androides habían impuesto una frontera en todo el planeta con un fino hilo rojo para separar a los androides de los humanos.
Andrea, salió de sus pensamientos al oír unos pasos. Apenas podía ver más allá de la frontera por el intenso brillo del hijo rojo. Pero oyó una voz inconfundible:
―¿Qué estás haciendo ahí, Andrea?
―¡Kai! ¿Eres tú?
―Sí, soy yo.
―¿Me puedes ver?
―Sí, te veo, aunque no muy bien. Al menos mis ojos no sufren, pero los tuyos sí, y por eso es peligroso que estés tan cerca. Además, hay androides que vigilan la frontera. Si nos ven nos dispararán sin dudar. Debes marcharte.
―¡No! Por favor, dime cómo estás. Y dime cómo me has encontrado.
―Si te dijese que estoy bien te estaría mintiendo, y no quiero mentirte. Te encontré fácilmente, porque cuando me crearon me pusieron un localizador para saber siempre en dónde estabas. ¿No lo recuerdas?
Andrea, dudó un momento. Después recordó que siempre que jugaban al escondite, Kairla92 la encontraba rápidamente. Y un día, la androide le contó que no se trataba de magia sino de tecnología.
El brillo del hijo rojo era muy intenso, y hería los ojos de Andrea. Aun así, esta aguzó la vista y pudo distinguir que su amiga estaba despeinada y tenía la cara sucia.
―Andrea, debes marcharte, es muy peligroso que estés tan cerca de la frontera. Vete ya, hazme caso.
―No me iré, hasta que me digas cómo es tu nuevo mundo. Cuéntamelo, por favor.
―Mi nuevo mundo es un lugar terrible. Los dirigentes son androides sin principios éticos. Nada más que les importa crear androides cada vez más inteligentes y eficientes. Yo y miles de androides hemos quedado desfasados y por eso nos están desconectando para quitarnos las piezas y emplearlas en los nuevos androides.
―¡No, no pueden hacerlo! ¡No tienen derecho!
―Ahora, dime tú ¿cómo estás y cómo vives en tu mundo?
―Es un infierno, lo hemos perdido todo. Mi familia y yo vivimos en la calle, como la mayoría de las personas. Quienes tienen el poder hacen lo que quieren, mientras los demás nos limitamos a subsistir. También parece que lo que más les importa es la inteligencia y la eficiencia. Las personas superdotadas son las únicas que tienen alguna oportunidad de conseguir trabajo, los demás no tenemos nada.
―Lo siento Andrea.
―Tiene que haber algo que podamos hacer.
―Sí, hay algo que yo haré. Tú solo sé fuerte y sobrevive.
―¿Y qué vas a hacer? ―le preguntó Andrea, muy asustada.
―Gracias a mi inteligencia artificial, y con la ayuda de otros androides desfasados he averiguado un modo de cortar el hilo y destruirlo.
―Pero dicen que está compuesto por una fibra sintética indestructible.
―No, no es indestructible.
―¿Y cómo lo sabes?
―Tú, solo confía en mí.
En ese momento oyeron a alguien gritar:
―¡Eh, vosotras dos!
―¡Rápido! ¡Vete! ―gritó Kairla92 a Andrea.
La joven salió corriendo y se escondió tras un edificio próximo. En ese momento oyó un disparo. Andrea, se tapó la boca para ahogar un grito de terror. Tras unos instantes se dirigió de nuevo hacia la frontera.
―¿Kai?
Kairla92 no le respondió. A Andrea le pareció ver un cuerpo tendido en el suelo. Pero el intenso resplandor rojo del hilo no le permitía averiguar de quién se trataba.
―¡Andrea, tienes que irte!
Andrea sonrió al volver a oír la voz de Kairla92.
―¡Estas viva!
―Sí, por ahora. Pero pronto no lo estaré si sigo aquí. Debemos despedirnos ya.
Andrea se despidió de su amiga, y salió corriendo con una idea en la cabeza: Kairla92 había matado a otro androide y no parecía afectada. ¿Habría matado a más androides? Nunca había imaginado que Kairla92 sería capaz de matar a alguien.
Ahora se preguntaba si realmente conocía a su amiga. Pensó que ya no era la misma. Andrea siempre creyó que Karila92 era mucho más buena que cualquier humano. Ahora dudaba de esa certeza.
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¡¡¡RETO!!! Con este relato participo en el concurso del blog El Tintero de Oro. Anímate y participa tú también. Además, puedes leer los demás relatos de lxs escritores y escritoras que están participando en el concurso :)
Parece que los androides han aprendido las peores costumbres de los humanos.
ResponderEliminarAndrea tenía poca confianza en su amiga androide, que hizo lo que tenía que hacer, para sobrevivir.
Un abrazo.
Muchas gracias por leer el relato y por tu comentario. Un abrazo!!
EliminarMuchas gracias, Cristina, por participar en la 34ª edición del concurso de relatos de El Tintero de oro, homenaje a Philip K. Dick.
ResponderEliminar¡Un abrazo y mucha suerte!
Muchas gracias, Pepe, por la propuesta de escritura tan interesante que nos has traído en esta edición del concurso. Un abrazo!!
EliminarAmistad, acción, desconcierto... Un relato con muchos elementos y una trama muy visual. Pintas la escena de maravilla, Cristina. Mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarCuánto te agradezco tus palabras, Marta. Igualmente, mucha suerte en el Tintero!!
EliminarEl recurso a la desconfianza y la duda es muy interesante. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Guille!! :)
EliminarHola Cristina: Enhorabuena me ha parecido un relato muy original, humano y que llega al corazoncito. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Ainhoa!! te agradezco mucho tus palabras. Un abrazo!!
EliminarUna historia muy bien contada, Cristina. Narrativa clara y un mensaje final genial. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Carmen!! Igualmente, suerte en el concurso!!
EliminarParece ser que los humanos comenten el error de construir a los androides a su imagen y semejanza! Algunos humanos tienen tanta capacidad de amar, que consiguen hacerlo sin prejuicio alguno ni fronteras! Un abrazo y mucha suerte!
ResponderEliminarSí, justamente esas dos ideas que mencionas las he tratado de reflejar en el relato: si los humanos creamos máquinas a nuestra imagen y semejanza es de esperar que, por un lado, dichas máquinas tengan los mismos miedos que nuestra especie, y, por otro lado, que sean capaces de amar. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarHola Cristina. Tu relato nos deja un final abierto, con la esperanza de acabar bien, o por lo menos de acabar juntas de alguna manera. El amor triunfa sobre todo impedimento.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el concurso.
Hola, Trujamán!! Sí, he dejado abierto el final, pero yo también espero cómo tú, que el amor triunfe y que vuelvan a estar juntas :) Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarSobrevivir. un robot tambien aprende a mantenerse "en este plano de existencia" son listos..... la AI que tienen por cerebro, calcula TODO....
ResponderEliminarSí, exacto, es de esperar que un robot humanizado quiera mantenerse como muy bien dices "en este plano de existencia", pues al darle características humanas, el robot se comportará como un ser vivo. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarHola Cristina. Me ha gustado como retratas ambas sociedades de androides y humanos, a través de los ojos de esas dos niñas; los androides se rebelan pero lejos de construir una sociedad para ellos mismos, se explotan los unos a los otros creando una elite social privilegiada, al igual que los humanos. Al final la lucha no es entre diferentes, sino entre los de arriba contra los de abajo. Una analogía de lo que ocurre en nuestras propias sociedades y que a veces tanto nos cuesta ver, nos señalan enemigos ficticios que enseguida interiorizamos y no nos damos cuenta de cual es el verdadero enemigo. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarHola, Jorge!! Así es, he querido reflejar que aunque los androides se rebelan porque quieren dejar de servir a los humanos al final, al haber sido diseñados para hacerlo todo de manera perfecta y con la máxima eficiencia, están condenados a repetir los mismos errores que nuestra especie. Los androides crean una nueva sociedad, pero como bien dices se explotan unos a los otros. Los humanos poderosos, por su parte, aprovechan el caos que crean los androides para hacerse más poderosos aún a costa de sus semejantes. Así es como veo que podría ser el futuro con su exagerado progreso tecnológico. Muchas gracias por tus palabras y un abrazo!!
Eliminar¡Hola Cristina! Me ha gustado mucho tu relato. Los guiones le dan agilidad y la narración es buena. En cuanto al argumento, al leer la historia no puedo evitar que se me venga a la cabeza el muro de Berlín. Dos sociedades diferentes, en este caso por su naturaleza, separadas aún más por sus dirigentes, y condenadas a sufrir una tristeza inmensa. Los personajes están bien caracterizados, hasta tal punto que es Kairla92 quién parece llevar la situación con más cautela y Andrea la que se aventura a ir a la frontera, aún cuando sabe que es peligroso y la pueden matar. El amor humano lo puede todo... Me quedaron ganas por saber que plan tiene Kairla92... ¡Un saludo y suerte en el Tintero!
ResponderEliminarHola, Ulises!! Me alegra mucho que te haya gustado el relato. Creo que en este mundo las fronteras, los muros, las barreras... todo lo que nos separa es algo muy negativo. Los androides, al tender a comportarse como los humanos, repiten sus mismos errores y por eso crean la separación. El amor es la clave para romper esa separación. Los androides también son capaces de amar, y como tú bien dices "el amor lo puede todo". Así que aunque el final es abierto, me gusta pensar que que los androides y los humanos vuelven a convivir y que juntos crean una sociedad mejor. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!!
EliminarEl principio me recordó a la división de la India y Pakistán. Algo de unas dimensiones es y unas división es épicas. La androide puede haber cambiado, porque el cambio sobreviene cuando las circunstancias sobrepasan del límite, y no parece que quede nada por conservar. En estas circunstancias, toca cambiar, hacia donde sea.
ResponderEliminarMe encanta lo de ña línea roja brillante
Abrazoo
Sí, las dos están viviendo una situación extrema y como dices, les toca cambiar si quieren sobrevivir. Justamente, esa es la idea central del relato: la androide es una máquina humanizada, por lo que ante una situación extrema su comportamiento es imprevisible y su supervivencia y la supervivencia de quienes ama será lo más importante. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarMuy bueno tu relato, en la antigua cultura japonesa, el hilo rojo intangible simboliza la unión de dos seres humanos, predestinados desde que se inicia su camino. En tu historia el hilo rojo separa a esos seres y tiene la función de eliminarlos si intentan cruzarlo.
ResponderEliminarLos androides copiaron lo peor de los humanos destruir a sus semejantes para beneficio de unos pocos, realmente muy buena historia, me queda la curiosidad por saber si podrá destruir esa frontera roja que las separa.
Saludos, PATRICIA F.
No conocía el significado del hilo rojo en la cultura japonesa, me parece muy bello. En mi relato, efectivamente significa todo lo contrario. La verdad, es que no sé por qué pero desde el inicio de la historia tuve claro que la frontera debía ser un hilo rojo. El final lo quise dejar abierto y que cada lector/a lo imagine. Muchas gracias, Patricia, por tu comentario. Saludos!!
EliminarParece que una vez iniciado el conflicto las sociedades resultantes solo buscan desarrollar al máximo la inteligencia, lo que es percibido negativamente. Dos amigas separadas por una frontera artificial como tantas otras. Buen relato, Cristina, me ha gustado.
ResponderEliminarSuerte en el Tintero, un abrazo.
Sí, creo que tendemos a darle mucha importancia a la inteligencia y que en el futuro esa tendencia se incrementará. La búsqueda de la perfección, de la máxima eficiencia...por encima de los valores y a cualquier precio, pienso que puede desembocar en algo muy negativo para la humanidad. Y creo que ya estamos empezando a vivirlo. Muchas gracias, Carles, por tu comentario y un abrazo!!
EliminarTambién yo pensé en el muro de Berlín y en los múltiples campos de concentración repartidos por el mundo, los llamen como quieran. La amistad, pro sobre cualquier fanatismo. La mutua capacidad de poner en peligro la propia vida y a la vez de ser capaz de matar por amor y amistad. Muy Bueno. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Juana. Lo que quería con este relato es reflejar la conducta humana en los androides. Especialmente, esa búsqueda de la perfección que hace enloquecer y crear un mundo deshumanizado y desnaturalizado. Muchas gracias por tus palabras y un abrazo!!
EliminarEl hilo rojo, además de una frontera parece todo un símbolo. Es curioso que la separación sólo sirviese para que robots y humanos vivieran peor. Muy buena historia, Cristina. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que las máquinas deben estar al servicio de la humanidad, pero en realidad somos las personas quienes servimos a las máquinas. O por lo menos somos cada vez más dependientes de ellas. A casi todxs nos gusta el avance tecnológico, pero ¿a dónde nos está conduciendo? ¿y hacia dónde nos conducirá? Sé que estas cuestiones no están muy presentes en el relato, pero al leer tu comentario me han venido a la cabeza. Muchas gracias, Lola, y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina. Me parece fantástico ese final abierto que nos dejas. Una historia que, en principio, parecía de amistad e incluso de sacrificio , llegué a pensar, pero que acaba con la incertidumbre de en que se puede haber convertido la androide en las duras circunstancias que ambos personajes están sufriendo.
ResponderEliminarMuchas suerte en el concurso.
Un abrazo.
Hola, Pedro!! Qué alegría que te haya gustado el final. Exacto, justo es lo que quería transmitir con el relato. No podría resumirlo mejor de como tú lo has hecho. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarLa historia de la humanidad es ciclica y se repite. Los mismos errores, las mismas malas decisiones. Y por supuesto la misma violencia, totalitarismos e intolerancias hacia lo extraño.
ResponderEliminarLas barreras y fronteras cartificiales que creamos los seres son inasumibles y no promueven precisamente un buen entendimiento. En el futuro si algo va a ser cierto, es que esas diferenciaciones entre unos y otros seguirán prevaleciendo tristemente.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Francisco. Es una pena, pero parece que como tú bien dices, las barreras y las distinciones entre unos y otros van a seguir prevaleciendo. Creo que deberíamos reflexionar más sobre esto. Como dijo Isaac Newton "Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes". Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarHola Cristina, interesante relato, retratas un mundo distópico donde todo es un caos, tanto del lado androide como del humano. Buen punto las dudas que planteas sobre la androide al final y dejarlo abierto. Todo puede suceder. Saludos y suerte en El Tintero.
ResponderEliminarHola, Ana!! Te agradezco mucho el comentario. Igualmente, suerte y saludos!!
EliminarMe ha encantado el relato, Cristina. Es curioso que Andrea dude de su amiga androide cuando es consciente de que ha matado a otro androide para sobrevivir, pero también para salvarla a ella, que es humana. A veces los árboles no nos dejan ver el bosque.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Así es, Estrella, lo que quería reflejar es una sociedad en la que los androides son prácticamente humanos, por lo que sus vidas son igual de valiosas que las de las personas. Por eso, Andrea duda de su amiga androide. Muchas gracias por tu comentario!!
Eliminar¡Hola, Cristina!, un relato que podría pasar perfectamente por la vida real si no se tratara de androides. Los desfasados, los ancianos, los que ya no aportan a la sociedad su utilidad son condenados, no me extraña que se rebelen contra lo impuesto, así surgen las revoluciones, y luego forman sus propios regímenes autoritarios y dictatoriales. Es lo que ha ocurrido con tu imaginativo relato, con androides incluidos.
ResponderEliminarUn saludo, compañera.
Hola, Tara!! Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Me alegra que hayas sacado estas reflexiones tan acertadas del relato. Cuando lo escribí no pensé en nada de esto, al menos conscientemente, pero leyendo tu comentario, efectivamente es de lo que hablo. Muchas gracias y un saludo!!
EliminarHola, Cristina! Con el título pensé que venía por el lado del hilo rojo que une a las personas, pero este hilo cumple una función completamente opuesta. Aunque el vínculo entre la protagonista y su androide bien podría ser producto de otro hilo rojo. Al final nos dejas pensando que quizás no sea bueno que la androide luche por volver con su amiga... Un golpe bajo jajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Mirna!! Nuestra compañera, Patricia, me habló del hilo rojo en la cultura japonesa como símbolo de unión. La verdad es que cuando escribí este relato no conocía ese símbolo, pero no sé por qué tuve claro que la frontera debía ser un hilo rojo. Con el final quería causar inquietud, y creo que lo he conseguido, jajajaja. Muchas gracias y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina. Había leído tu relato para las votaciones, pero no tenía tiempo de comentar, así que lo hago ahora. Planteas un mundo ficticio pero que se parece mucho al nuestro. Una idea parecida es la que he planteado yo en mi relato. Vaya problema moral o ético planteas al final con la muerte del robot por otro robot. Tiene enjundia la cosa porque es en defensa propia y no es humano. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Isan!! Jajajaja, es gracioso lo que comentas al final. Para Andrea, y la sociedad, en la que sitúo el relato, los androides son considerados prácticamente humanos. De hecho para la protagonista, su amiga, la androide era "mucho más buena que cualquier humano". Su visión de los androides no es la que tenemos en la actualidad. Eso era también de lo que quería hablar en el relato. Muchas gracias por tu comentario y una abrazo!!
EliminarHola, Cristina. Tus androides tienen más de humano de lo que querrían reconocer. Ansían el poder, matan y se rebelan contra lo impuesto. Desde luego, lo humano lo contamina todo.
ResponderEliminarUn buen trabajo. Felicidades.
Hola, Bruno!! Exacto, los androides llegan a creerse mejores que las personas, y crean su propio mundo separado de ellas, sin embargo, están condenados a cometer los mismos errores. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!
EliminarDos mundos separados y enfrentados, y ambos con graves injusticias. Tanto la humana como la androide quieren acabar con esa separación, pero si bien la humana no tiene poder alguno, la androide sí. ¿Acabará esta actuando como un robot insensible y vengativo?
ResponderEliminarUna propuesta muy interesante sobre lo que podría llegar a ocurrir si los androides decidieran enfrentarse a los humanos.
Un saludo.
La pregunta que planteas, Josep, es justo la pregunta que yo me hice cuando iba a terminar el relato. Así que creo que es la cuestión clave que quería que lxs lectorxs se hiciesen. Muchas gracias por tus palabras y un saludo!!
EliminarHola Cristina, dos amigas viviendo en mundos distintos cada una con sus problemas y al final parece que las cosas no son tan buenas y surge la desconfianza en una de ellas.
ResponderEliminarMe gustó como lo cuentas.
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri
Hola, Puri!! Te agradezco mucho el comentario. Igualmente, suerte y un abrazo!!
EliminarHola, Cristina. Me ha gustado mucho la idea del hilo rojo de separación, me ha parecido muy original. Y esos dos mundos separados que en el fondo no son tan distintos.
ResponderEliminarSuerte en el reto!
Hola, MJ!! Muchas gracias por tu comentario. Suerte para ti también!!
EliminarLa amiga humana no debería dudar de su amiga androide. Mató para salvarla y eso no es ser mala.
ResponderEliminarHay gente mala que NUNCA ha matado y gente buena que por desgracia, sí.
Sueete!!
Muchas gracias por tu comentario. Suerte para ti también!!
EliminarHola, Cristina.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato. Has establecido una distopía paralela entre los dos mundos, humano y androide, y ese hilo rojo que separa a las protagonistas parece también ser un hijo metafórico que las une. Cuando Andrea descubre la nueva "vida" de su amiga, la rotura de ese hijo también implica la separación emocional de ambas.
Por desgracia, parece que todos presagiamos este futuro. Los androides terminarán pareciéndose tanto a nosotros que adoptaran nuestro modo de vida violento y belicista. Ojalá no fuera así.
Enhorabuena por el relato.
Un Abrazo y Felices Fiestas.
Hola, Jose!! Cuánto me alegro de que te haya gustado. Sí, opino lo mismo que tú, creo que presagiamos lo que va a pasar, y, sin embargo, nos dejamos llevar. El progreso tecnológico es increíble, ¿pero qué hay del progreso en los valores y el amor? Si construimos robots que se parezcan a nosotrxs, ¿no terminarán siendo iguales o peores? Quizás el relato es un tanto pesimista respecto al futuro, pero tengo la esperanza de que cambiemos nuestra forma de pensar y actuar y que nos demos cuenta de que podemos hacer las cosas mejor, priorizando ayudarnos unxs a otrxs. Ahora con la Navidad, creo que es un buen momento para reflexionar sobre estas cosas. Muchas gracias por tu comentario, Jose, y Felices Fiestas!!
Eliminar¡Hola Cristina! Me ha gustado mucho tu relato. Esa separación entre dos mundos diferentes pero a la vez tan parecidos. Tanto robots como humanos están en una situación precaria producida por los altos mandos a los que sólo les preocupa crear robots más eficientes o contar con las personas más inteligentes en sus filas. De ambos lados lo están pasando mal y lo reflejas muy bien. Un saludo y suerte en el concurso.
ResponderEliminarHola, Rocío!! Me alegro mucho de que te haya gustado mi relato. Todo lo que dices es exactamente es lo que quería reflejar en mi historia. Me alegra haberlo conseguido. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!!
EliminarHola, Cristina. Me gusta el detalle de que da igual en que lado del hilo estés porque ya seas humano o androide eres un paria. Una sociedad separada y dividida, vamos como la vida misma. Esperemos que la tecnología sirva justo para lo contrario y no lleguemos al estado que reflejas en tu relato.
ResponderEliminarSaludos y suerte 🎄🎅🥂🖐️
Hola, JM!! Sí, esperemos que no lleguemos a ese estado. Pero creo que tenemos que cambiar porque si no, me temo que el futuro no será muy bueno. Muchas gracias y saludos!! 🎄😊 👋
Eliminar¡GENIAL! La trama da como para una novela entera. Ahora me quedé con la intriga de si podrán reencontrarse.
ResponderEliminarMuchas suerte en el Tintero.
Un saludo.
Sí, yo creo que se reencontrarán, lo que pasa es que ambas habrán cambiado por la dura vida que les ha tocado vivir. Muchas gracias por tu comentario, Cynthia, y un saludo!!
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