Lucky


Jaime corría a toda velocidad tras los cinco chicos que le acababan de robar los pantalones. Casi les había alcanzado, cuando se detuvieron y, entre risas, gritó el chico más alto de todos:

¡Miradle qué enfadado está! ¡Cuidado que nos va a dar una paliza!

¡Qué miedo! exclamó otro de ellos.  

¡Devolvedme los pantalones! ―exigió Jaime―. Tengo una cita muy importante.

―Ohhh una cita… ¿Con quién? ―preguntó el más alto de los chicos.

―Con una mujer maravillosa. 

Los cinco chicos rieron a la vez.

―Pues tendrás que presentarte así. ¡Qué lo pases bien! ―volvió a hablar el chico más alto de todos y, tras un gesto suyo, todos salieron corriendo riendo a carcajadas.

Jaime se quedó parado en la acera viendo cómo se alejaban, maldiciendo la mala suerte que había tenido.  

«¡Justo hoy, justo ahora! ¡Malditos niñatos!», se dijo furioso ajeno a las numerosas miradas y las risas de los transeúntes que pasaban por su lado.  

Jaime respiró hondo y miró la hora, eran las nueve menos cuarto de la noche y había quedado con Diana a las nueve. Las tiendas de la zona estaban cerradas por lo que no podía comprar unos pantalones. Tampoco podía ir a su casa porque estaba lejos de allí. Tras cavilar un rato, se le ocurrió la idea de pedirle los pantalones a cada hombre que veía.

―¡Aparta, zumbado! ―le espetó uno.

Jaime observó que los hombres no estaban siendo nada amables con él. Se reían y le insultaban. Derrotado, pensó que lo mejor era llamar a Diana y contarle todo lo que le había ocurrido. En cuanto ella contestó, él se lanzó a decir casi sin respirar:

―Hola, Diana, verás he tenido un problema: había unos chavales asustando a un perro vagabundo y me enfrenté a ellos, entonces los cinco se abalanzaron sobre mí y me robaron los pantalones. Salieron corriendo y yo fui tras ellos, pero no conseguí que me los devolviesen. Así que aquí estoy en mitad de la calle sin pantalones. Lo siento mucho.  

Al otro lado del teléfono hubo un silencio prolongado.

―Diana, ¿estás ahí?

―Sí ―contestó ella con acritud, después añadió―: Pero es la excusa más estúpida que he oído jamás. Si no querías quedar podías habérmelo dicho antes porque ya estoy aquí esperándote.

―No, no, no es una excusa, es la verdad.

La llamada se cortó.

―¿Diana? Oye…

Jaime resopló confuso.

―Hey amigo, te he oído y te voy a prestar mis pantalones ―le dijo un hombre repentinamente.  

―¿De verdad? ―preguntó Jaime asombrado.

―Sí, desde luego ―y en ese momento el hombre se quitó los pantalones y se los dio a Jaime. Este se los puso muy agradecido y quiso darle dinero al hombre, pero este lo rechazó y le dijo:

―Espero que te vaya bien en tu cita. Mucha suerte amigo.

Jaime le dio las gracias una vez más y llamó inmediatamente a Diana. En cuanto ella contestó, Jaime le dijo:

―Diana, un hombre muy amable acaba de dejarme sus pantalones, así que olvida todo lo que te he dicho que ya estoy llegando al restaurante. Por favor, no te vayas.  

Diana suspiró.

―Está bien. Nos vemos aquí entonces.

En cuanto Jaime entró en el restaurante vio a Diana. Se acercó a ella. Era exactamente igual a como aparecía en su foto de perfil de la red social.

―Hola, Diana

Ella lo miró con gesto asombrado.

―Esos pantalones te quedan muy grandes.

―Sí, el hombre que me los ha dejado es más ancho que yo ―explicó Jaime riendo tontamente.

―Mira, no me creo toda esa historia que me has contado. Así hablemos de otra cosa, por favor.

Jaime se sentó frente a ella sin entender por qué no le creía.

―De acuerdo, ¿y de qué quieres hablar?

―No lo sé, escoge tú mismo un tema.

Pero a él no se le ocurría nada que decir. Bebió el vino que le acababa de servir el camarero.

―¿Y bien? ¿No vas a decir nada? ―insistió Diana.

―La verdad es que no sé que decir.

¿Era Diana la mujer que él estaba buscando? ¿A dónde había ido a parar la conexión que habían conseguido escribiéndose a través de la red social? Jaime se sentía lejos, muy lejos de ella.  

Los dos cenaron en silencio y en cuanto terminaron, Diana se despidió de Jaime y se marchó apresuradamente. Jaime salió instantes después del restaurante. Se lamentaba de su mala suerte y mientras caminaba por la calle, de vuelta a su casa, Jaime pensó que el día no podía haber sido peor: Le habían robado los pantalones, se había reído de él media ciudad y su cita con Diana había sido un completo desastre. 

Mientras estaba ensimismado en estos pensamientos oyó unos ladridos. Jaime miró hacia un callejón y reconoció al perro que había defendido de los vándalos.

Jaime se acercó a un puesto de comida y compró dos filetes que le ofreció al famélico animal. Este se acercó y comenzó a comer con avidez. En cuanto el perro terminó de comer, Jaime reanudó su marcha y el perro comenzó a seguirle.

―Tú si que has tenido suerte hoy. ¿Sabes cómo te voy a llamar? Lucky, sí, te llamarás Lucky que significa afortunado en inglés.

Y Jaime rio sin poder comprender la sensación de alegría repentina que acababa de nacer en su pecho.

****

¡¡¡RETO!!! Con este relato participo en el concurso del blog El Tintero de Oro. Anímate y participa tú también. Las bases son estas: 

  • Tema: Escribir una historia protagonizada por un personaje enfrentado al mundo, excéntrico y único.
  • Extensión: Máximo 900 palabras.
  • Plazo: Del 1 al 15 de febrero de 2023.

Comentarios

  1. Realmente es muy bello y tierno tu relato, disfruté el leerlo.
    El día empezó mal para el caballero, pero me gusta el giro de la historia y el final por sobre todo.
    Un abrazo.
    PATRICIA F.

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    1. Me alegra mucho que hayas disfrutado leyendo el relato, Patricia!! Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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  2. Gracias, Cristina, por participar en el homenaje a John K. Toole y La conjura de los necios. Un abrazo y suerte!!

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    1. Es un placer participar. Muchas gracias, David, y un abrazo!!

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  3. Hola, Cristina. Al final Jaime terminó por conseguir una pareja, al menos algo fructificó aquel aciago día. Y menudos gamberros robapantalones que te has marcado. La premisa de extravagancia totalmente conseguida. Lo mejor, la ternura del final.
    ¡Suerte en el reto del tintero!

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    1. Hola, MJ!! Jajajajaja, sí, menos mal que algo fructificó en ese aciago día, como bien dices. Quería crear a un personaje con un gran corazón, y sin dobleces, como un niño. Y por ser así, la sociedad le rechaza y se burla de él. Me alegra que te haya gustado el final. Muchas gracias y un abrazo!!

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  4. Hola, Cristina. La verdad es que la situación se vuelve surrealista. Yo tampoco la hubiera creído de ser la propia Diana. Aun así, no hay mal que por bien no venga, y al final encontró un amigo inseparable que le acompañará muchos años dando compañía y amor.
    Un relato que te deja una sonrisa en la cara, Cristina.
    Un abrazo!

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    1. Hola, Pepe!! Es cierto que la situación es surrealista, pero creo que el protagonista se merece un mejor trato. Aunque, como bien dices, al final encuentra a un gran amigo y eso es lo que importa. Me alegra que el final te haya dejado una sonrisa, Pepe!! Muchas gracias y un abrazo!!

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  5. Una belleza de relato, incomprendido por la sociedad que lo rodea encuentra al mejor de los amigos. Me ha encantado.
    ¡Feliz fin de semana!

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    1. Ese es exactamente el mensaje del relato: un hombre incomprendido por la sociedad que al final encuentra un amigo cuando menos lo espera. Muchas gracias, María Pilar, y feliz fin de semana!!

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  6. Qué bonito, Cristina. Una historia amable con un final muy tierno. Me ha gustado mucho la peripecia de tu personaje. Vaya día, pobrecillo.

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    1. Me alegro de que te haya gustado, Marta!! Muchas gracias y un abrazo!!

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  7. No habia quimica en la pareja, aparentemente. Pero Lucky si logro conectar con el prota. Cuantas otras citas a ciegas terminaran asi, enfriadas por incompatibilidad? Diana obviamente no era conveniente para Jaime

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    1. Así es Jose, no eran compatibles y cuanto antes se diese cuenta Jaime, mucho mejor :) Muchas gracias por tu comentario!!

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  8. Hola, Cristina. Un mensaje esperanzador el de tu cuento. Las cosas han ido de mal en peor para el protagonista hasta que encontró la suerte en Lucky. Buen trabajo.

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    1. Hola, Carmen!! Las cosas no salieron como Jaime quería, pero a pesar de todo, como tú bien dices, encontró la suerte en Lucky. Muchas gracias por tu comentario!!

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  9. bueno , no salió tan mal. Cambió amor incierto por fidelidad cierta. Algo positivo saco del dia. La bondad ser suele confundir estulticia, pero aqui la confundieron con falsedad. en fin... lguien se lo pierde
    abrazoo

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    1. Así lo veo yo también, Gabiliante, no salió tan mal el día. Descubrió un falso amor y encontró una verdadera amistad :) Muchas gracias y un abrazo!!

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  10. Hola Cristina pues después de todo Jaime encontró compañía y un amigo fiel. Me ha gustado mucho tu relato. Un abrazo.

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    1. Qué alegría que te haya gustado, Ainhoa!! Muchas gracias y un abrazo!!

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  11. No fue un día de suerte. Diana tenía mala personalidad, no era comprensiva. Y había una ausencia de química. Tal vez haya sido mejor que rápido haya revelado su personalidad.

    Por lo menos, consiguió la amistad de un agradecido perro.

    Un abrazo.

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    1. Sí, exacto!! Jaime piensa que le ha ido muy mal, pero en el fondo el día no ha sido tan malo como él cree. Muchas gracias, Demiurgo, y un abrazo!!

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  12. Hola... Pues tremendo mensaje le envió el Universo al pobre Jaime quien tuvo que perder los pantalones para darse cuenta de que tal vez Diana no era la adecuada para él. Y de Paso le envió un amigo. "Lucky" debería ser su apodo de ahí en adelante.. ja ja.. Excelente relato. ¡Saludos!

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    1. Hola, Octavio!! Darse cuenta tan rápidamente de que Diana no es la persona adecuada para él, es algo positivo, aunque Jaime no lo ve así. Que es lo que suele pasarnos a casi todxs cuando creemos haber encontrado al amor de nuestra vida. Muchas gracias por tu comentario y saludos!!

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  13. Hola, Cristina. Me ha gustado mucho tu relato, con esos diálogos que quedan tan naturales. Es curioso lo mal que puede empezar un día y lo bien que puede terminar ese mismo día. Suerte y un abrazo!

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    1. Hola, Beri!! Me alegra saber que los diálogos han quedado naturales. Sí, todo se torció para el pobre Jaime, pero al final terminó bien. Muchas gracias y un abrazo!!

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  14. ¡Vaya un lio de pantalones! Ya lo dicen, si es que a veces es mejor no decir la verdad, ja ja! Nadie nos creería! Pues el nombre del perro está muy bien buscado, pero no estoy de acuerdo que el protagonista no tuviera suerte! Quien te prestaría hoy en día unos pantalones por la calle yendo tu sin ellos? Ja, ja! Un abrazo y mucha "lucky"!

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    1. Jajajaja, tienes toda la razón, Marifelita!! Que alguien te preste sus pantalones por la calle es algo increíble, jajajaja. Jaime se centra en lo negativo más que en lo positivo, una conducta que creo que solemos mostrar las personas muy a menudo. Tenemos una idea fija en la cabeza y queremos que todo salga según lo que planeamos, pero la mayoría de las veces todo resulta diferente. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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  15. Hola Cristina. Un relato muy ocurrente el tuyo, y es que ¿Quién es capaz de presentarse a una cita sin pantalones? a pesar de lo estrambótico de la situación, el relato engancha y dan ganas de saber más. Al final creo que Jaime tuvo suerte, la tal Diana no era la mejor compañía e hizo bien en dejarla ir, al menos Lucky no lo juzga y simplemente disfruta del momento, como debió hacer la chica. Me queda la duda de como habrá vuelto a casa el hombre que le prestó los pantalones, pero esa es otra historia, y deberá ser contada en otro momento, como decía Michael Ende en la Historia Interminable. Un abrazo.

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    1. Hola, Jorge!! Así es: Jaime descubre que Diana no es la mejor compañía para él y además encuentra a Lucky, así que el día no fue tan malo como él cree. Jajajaja, sí el hombre que le prestó los pantalones fue un gran tipo y, ¿cómo llegó a su casa? pues la verdad es que estaría muy bien contar su historia jajajaaja. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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  16. Hola, buen relato en torno a una situación algo cómica y vergonzosa (a nadie nos gusta que nos desaparezca algo de ropa en un momento así). Buena participación. Un abrazo. :)

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    1. Hola, Merche!! Te agradezco mucho tu comentario. Un abrazo!!

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  17. Pues Jaime me parece un tipo sincero y auténtico al que esa Diana no se merece en absoluto; simplemente porque no le ha creído ni le ha dado la oportunidad de escuchar su historia. Los necios efectivamente son los otros, en este caso. Y el perro, como todos los perros, los únicos que agradecen, escuchan y acompañan.
    Me ha gustado tu relato.
    Un abrazo.

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    1. Me alegra que Jaime te haya parecido un tipo sincero y auténtico, justamente así es como yo veo al personaje. Y Diana, como tú bien dices, no le merece porque en vez de apreciar esas grandes cualidades se niega a creer lo que le cuenta. El perrito sí sabrá apreciar a Jaime y los dos serán grandes amigos. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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  18. Hola, Cristina. Vaya mal rato me has hecho pasar aunque supongo que no tanto como Jaime. Al final resulta que deja un plan que no le interesaba nada, una persona he hecho por él una buena obra y se ha encontrado un amigo para siempre que ha recibido un nombre que define la buena suerte de los dos. Bonito relato. Un abrazo.

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    1. Hola, Isan!! Jajajaja, desde luego que el pobre Jaime lo pasó mal. Pero al final, como bien dices tú, dejó un plan que no interesaba, tuvo suerte con el hombre que le presta los pantalones y con el perrito al que ayuda. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo!!

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  19. Cristina, un relato que puede pasar y no es descartable una situación así. Lo mejor el amigo que le siguió muy fiel. Suerte en el tintero. Un abrazo.

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    1. Hola, Mamen!! Te agradezco mucho tu comentario. Un abrazo!!

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  20. Eso sí que es tener mala suerte. Ja, ja. Un relato muy divertido y simpático. Mucha suerte en el concurso. Un saludo.

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    1. Jajajaja, me alegra que te haya divertido el relato, Cynthia!! Muchas gracias y un saludo!!

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  21. Hola Cristina, no hizo diana en su cita, pero alguien vendrá que se divertirá viéndolo con esos pantalones. Y se reirán juntos. Saluditos 😉😃

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    1. Hola, Emerencia!! jajajaja, claro!! Estoy segura de que Jaime encontrará a su media naranja, se lo merece 😃 Muchas gracias y un saludos!!

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  22. Que mal me ha caáido la tal Diana. No hay mal que por bien no venga, al final consiguió un fiel amigo.
    Un saludo, Cristina.

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    1. Sí, Tara, así es. A Jaime no le sale todo tan mal como él cree. Encontrar a un fiel amigo no es tan fácil como parece :) Muchas gracias y un saludo!!

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  23. Muy bien narrado, Cristina. Una historia tierna donde el perro se convierte en el protagonista al final de la misma. Buenos diálogos , creíbles. Mucha suerte en el concurso.
    Un abrazo.

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  24. Menuda tipa la tal Diana.
    Y él, en lugar de creer que lo suyo fue mala suerte... Quizás fue buena y se libró de una buena arpía. Y tuvo suerte, pues solo le robaron los pantalones y no el dinero.

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    1. Jajajaja, cuánta razón tienes, en realidad hasta tuvo suerte porque Jaime se libró de estar con alguien que no le iba a hacer feliz y además no le robaron el dinero. Muchas gracias por tu comentario!!

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  25. Me ha encantado tu relato, Cristina.
    Mucha suerte en el concurso.
    Un abrazo.

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    1. Me alegra que te haya gustado el reto, Estrella. Muchas gracias y un abrazo!!

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  26. Hola Cristina, el perro le será fiel seguro, no como la chica de la cita, que no supo entender lo que le pasó.
    Una historia muy tierna. y muy agradable de leer
    Un abrazo
    Puri.

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  27. Hola, Cristina. Jaime se queja de su mala suerte pero no cuenta el hecho de que un desconocido le haya dejado sus pantalones y que un perro se haya convertido en su fiel compañero. ¿Qué quieres que te diga? Para mí los niñatos del principio sí que son estrafalarios.
    Un muy buen trabajo. Te deseo lo mejor en el concurso.

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    1. Hola, Bruno!! Así es, Jaime se queja de su mala suerte, y no se da cuenta que no solo le pasan cosas malas sino que también le ocurren cosas buenas. Muchas gracias por tu comentario!!

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  28. Hola, Cristina. Una historia tan divertida como reflexiva. El protagonista ingenuo pero buena gente, el gordo que tendría sus propios problemas hizo de buen samaritano y Lucky salvado dos veces por el mismo tío, una de ser apaleado y otra de hambre, doblemente agradecido. Yo cerraría el círculo pillando, en su regreso a casa, a los cinco gamberros durmiendo la borrachera del botellón y devolviéndoles el favor de dejarlos sin pantalones y de propina avisando a la policia para que les metieran unas cuantas horas de trabajos comunitarios. En cuanto al grueso benefactor lo encontraría en el puente con intención de arrojarse al vacío, pero por su miedo a las alturas incapaz de soltarse del pretil. Un hombre desesperado, sin trabajo y embargado, y su única familia una hermana tan ingenua y alocada como nuestro protagonista, de ahí que entendiera su ridícula petición. Bueno, ahora se puede decir que el ahora inseparable amigo de Lucky es un rico prejubilado de software tecnológico y se hará cargo de los problemas económicos del hombre grueso y hasta lo contratará de secretario. En cuanto a la hermana loca de la vida por allí apareció sabedora de que, por enésima intentaría arrojarse por el puente del estanque del parque aunque solo cubra metro y medio, pero su vertigo sumado al del agua se lo impidiera. Aquello si fue un flechazo en cuanto los dos ingenuos bohemios se vieron y no el tiro fallido de la cena con Diana.
    Al final fue la invisible mala suerte la que se tuvo que tirar por el puente porque los cuatro se fueron a celebrar sus nuevos amigos en el palacete de Jaime, algo que por las redes sociales no mencionaba. La gente suele confundir a los ingenuos con los bobos y ese es un error que, como en este caso, les sirve de autoprotección.
    P:D. Disculpa todo el rollo, pero cuando me imagino un final lo tengo que escribir.

    Saludos y suerte.

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    1. Hola, JM!! Vaya forma tan imaginativa de continuar y terminar esta historia!! La verdad es que me encantan tus ideas, y ¿sabes qué? voy a darles una vuelta. Te agradezco mucho que las hayas compartido conmigo. Mil gracias y saludos!!

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