Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2024

Un mundo cruel

Imagen
  Star-light, de Benny Andersson Alan era un niño de ocho años que siempre andaba haciendo preguntas. Esto incomodaba mucho a sus profesores quienes lo consideraban “algo tonto”. El muchacho se sentaba en la última fila de la clase y sus compañeros le daban de lado e incluso solían reírse de él. Una mañana, la profesora de lengua y literatura habló sobre las hadas: —Son seres fantásticos que habitan los bosques para protegerlos. Alan fascinado, porque nunca había oído antes hablar de aquellos seres, preguntó: —¿Y cómo son? —Bueno, son muy pequeñas y tienen alas, a veces luminosas. Pero, como he dicho en un principio, son seres fantásticos. Lo que quiere decir que no existen en la realidad. —¿Y por qué no? —quiso saber Alan. En aquel momento todos sus compañeros de clase se voltearon para mirarlo y se rieron a carcajadas. La profesora les mandó callarse y replicó con aspereza en la voz: —Porque las hadas son producto de la imaginación. Nadie jamás ha visto ninguna en la vida real. Despu

Lejos, muy lejos

Imagen
  Imagen de  Pexels  en  Pixabay Estoy en la playa disfrutando de mis siete días de vacaciones. He escogido una cala pequeña y apacible, con suave arena y aguas cristalinas. El sol se está ocultando y aquí no hay más que una pareja dándose arrumacos y un hombre que pasea por la orilla con un perro pequeño de color canela. El hombre lleva unos vaqueros largos y un botellín en la mano y no parece hacer mucho caso a su mascota.   Pero no es asunto mío. Saco de mi bolso la toalla, la estiro sobre la arena y me tumbo. Cierro los ojos y comienzo a sentir una paz que jamás he sentido antes. El estrés de la gran ciudad está lejos, muy lejos… Sonrío ante la utópica idea de no regresar nunca más y al fin ser libre.  De pronto escucho unos ladridos muy cerca de mís oídos que me sobresaltan. Abro los ojos rápidamente y veo que se trata del perro que acabo de ver antes. Me incoroporo y lo miro fijamente con ganas de gritarle “¡Cállate, chucho!”. Pero me contengo y pienso indignada que el dueñ