El inesperado regreso

Imagen de Aristal Branson en Pixabay

Sonia cantaba villancicos mientras su hermana Carla la acompañaba con la pandereta. La madre de ambas, Ángela, había invitado a la familia y todos estaban muy animados celebrando las fiestas navideñas. 

De pronto el timbre sonó. La anfitriona se sorprendió porque no había invitado a nadie más. Rápidamente, se levantó del sofá y fue a ver quien era. 

Cuando miró por la mirilla, palideció. No podía ser él. Se trataba de su hermano Carlos. Dudó si abrir la puerta o no, pero inspiró profundamente y decidió abrir. 

Hacía más de tres años que no se veían. Carlos padecía esquizofrenia. Su enfermedad mental le había puesto agresivo en varias ocasiones y Ángela llegó a temer por la vida de sus padres y de ella. 

Quisieron internarlo en un psiquiátrico, pero era demasiado caro y no pudieron permitírselo. Tiempo después, sus padres fallecieron y Carlos empeoró. Él mismo, cuando estaba lúcido se daba cuenta de que podía hacer daño a Ángela y un día hizo la maleta y se marchó sin decir nada. 

Ángela lo buscó, pero no logró encontrarlo. Y ahora, él estaba allí, frente a ella, sonriente, pero con un aspecto horrible y un olor nauseabundo. 

—Hola, Ángela. 

A Ángela le costó abrir la boca para saludarlo. Estaba contenta por volver a ver a su hermano, pero terriblemente asustada. 

Él, como si adivinara los pensamientos de ella, le dijo:

—No te preocupes, estoy medicado. No te haré daño. Me gustaría entrar y saludar a la familia. 

—Lo siento Carlos, pero…

—Lo entiendo —la interrumpió él y le entregó un regalo—. Feliz Navidad, hermana. 

Carlos se marchó sin insistir más. 

Ángela cerró la puerta y, tras regresar al salón, todos le preguntaron quién era. Ella les reveló que se trataba de su hermano Carlos y se armó un alboroto. 

—Has hecho muy bien en no dejarle entrar. Es muy peligroso —le advirtieron. 

Ángela empezó a llorar. 

Sus hijas se acercaron a ella y la abrazaron. La mayor, Sonia, le preguntó por el regalo que tenía entre las manos. 

—Es de tu tío Carlos —dijo Ángela entre sollozos. A continuación lo abrió. 

Todos guardaron silencio y Ángela se emocionó al ver que se trataba de una fotografía enmarcada de ellos dos cuando eran pequeños. Él aún no había enfermado. 

—Este es él —dijo señalándolo. 

Entonces, sin decir nada, cogió su abrigo y salió a la calle. 

—¡Carlos! —empezó a gritar con todas sus fuerzas.

Su hermano se hallaba en un oscuro callejón, llorando en silencio. De pronto, le pareció oír la voz de Ángela. Pero pensó que se lo estaba imaginando. Y aunque fuera ella, él no tenía derecho a irrumpir en su vida y ponerla en peligro de nuevo. No, no haría caso. 

Ángela, de repente vio el callejón, y pensó que quizás su hermano estuviese ahí. Armándose de valor, comenzó a caminar en la oscuridad. 

—¿Carlos, estás ahí?

Al cabo de unos instantes, vio un bulto en el suelo. 

—¡Carlos! ¿Eres tú?

Él se levantó despacio. 

—Lo siento mucho, Ángela —dijo entre sollozos. 

—Yo también lo siento, Carlos —respondió ella y los dos se dieron un fuerte abrazo. 

—Me estoy tomando la medicina. Todos los días.

—¡Te creo, te creo! Vamos, vayamos a casa y dejemos atrás el pasado. 

—¿Los demás están de acuerdo?

—No me importa si están de acuerdo o no. Es nuestra casa, a quien no le guste que tú estés en ella que se marche.

Carlos y Ángela entraron en el salón y los familiares se quedaron mudos. Entre asustados, incómodos y molestos poco a poco fueron poniendo excusas y marchándose. 

Sin embargo, aquellas fueron las Navidades más felices para Ángela, Carlos y las dos niñas que continuaron cantando villancicos con más alegría que nunca.   

*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚

¡¡¡RETO!!! Con este relato participo en el reto de escritura de la Comunidad Literaria Alianzara, donde la propuesta es escribir un relato navideño a partir de una de las propuestas que se indican. En este caso he escogido: "Un reencuentro inesperado que da una inmensa alegría a una familia." Hac clic aquí para más información. ¡Anímate y participa! 

¡¡Os deseo a todxs unas muy Felices Fiestas!! 🎄🎁🎅💫

Comentarios

  1. Hola Cristina, es un relato conmovedor, a uno lo deja pensando justamente en la gente que está sola o enferma como en este caso Carlos. Debe ser muy triste tanto para la familia como para la misma persona.
    Me gustó mucho, es un placer leerte.
    Un abrazo y que pases unas felices fiestas.
    PATRICIA F.

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    1. ¡Hola, Patricia! Así es, hay muchas personas que pasan la Navidad solas. Hay muchos motivos, pero uno de ellos es la enfermedad, especialmente la enfermedad mental que tiende a aislar a quien la padece por el miedo y la falta de empatía de los demás. Además, muchas personas sin hogar sufren este tipo de enfermedades y desde este relato quise reflejar esa realidad.

      ¡Muchas gracias por tu comentario, Patricia! ¡Un abrazo y felices fiestas para ti también!

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  2. Y aquellos que se fueron de casa por la presencia de Carlos, que lo hagan bien lejos y no vuelvan.

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    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo: "que se vayan bien lejos y no vuelvan". Porque juzgaron a Carlos sin darle ni una sola oportunidad.
      ¡Muchas gracias por tu comentario!

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