Todos los compañeros de Teresa se quedaron pasmados al verla, pues ella solía vestir con colores más discretos. En aquella ocasión lucía un vestido amarillo con los pendientes, el bolso y los zapatos de ese mismo color. En cuanto Andrea llegó a la oficina y vio a Teresa, le preguntó sorprendida: ― ¿Por qué te has vestido así, Teresa? Al fin, había conseguido que Andrea, quien siempre la trataba como si no existiera, le hablara. ― Me gusta mucho el color amarillo ―le respondió con naturalidad. ― Ya veo ―murmuró Andrea arqueando una ceja. En la oficina, todos cuchicheaban y se reían de Teresa. Pero ella estaba tan emocionada de que Andrea le hubiese hablado que no le importó la opinión de los demás. De hecho, a partir de ese día Teresa iba siempre vestida con prendas y complementos de color amarillo y cada vez que Andrea la miraba, se sentía muy feliz. Sin embargo, pasado un tiempo, en la oficina todos se fueron acostumbrando a su llamativa vestimenta, por lo que Teresa d
He pensado que quizá lo haga en un mundo alternativo. En uno paralelo en el espacio-tiempo.
ResponderEliminarDesde luego, cabe esa posibilidad :) Muchas gracias por tu comentario!!
Eliminarjajaja Me has hecho sonreír al final de todo. La protagonista y su ilusión casi infantil por la runa que habla de madurar. Puede que la madurez espiritual realmente nos llegue cuando nuestra consciencia está más cerca de la otra vida que de esta. ¿Quién sabe? Muy buen trabajo, Cristina. Gracias por tu aportación al desafío de este mes. Un abrazo grande <3
ResponderEliminarMe gusta mucho lo que dices, Lídia. Todos pensamos en la madurez física, pero ¿y la madurez espiritual? Creo que lleva tiempo y trabajo alcanzarla. Muchas gracias por tu comentario y un abrazo grande!! <3
EliminarJjaj. Se me ha escapado la carcajada cuando has mencionado la edad, así como quien no quiere la cosa. Bueno... nunca es tarde, y la ilusión todo lo puede.
ResponderEliminarAbrazoo, Cristina
Jajaja, me alegra que te haya hecho reír. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Gabiliante, como bien dices: "nunca es tarde y la ilusión todo lo puede" :) Un abrazo!!
EliminarPrecioso, nunca es tarde para iniciar una nueva vida, para florecer y crecer. Me encantó el uso de los elementos del reto, saludos.
ResponderEliminarTe agradezco mucho el comentario, Ana!! Saludos!!
EliminarLa vida es tan corta que hay que "exprimirla" hasta el final para disfrutar de ella hasta la última gota de su jugo. Estupendo micro, Cristina. Un abrazo!
ResponderEliminarPor supuesto, David!! Qué cierto lo que dices :) Gracias y un abrazo!!
EliminarUn micro estupendo con esa chispa de la protagonista que como mujer de antes sabe el refrán: Nunca es tarde si la dicha es buena.
ResponderEliminarUn abrazo, Cristina.
Además que sí, María Pilar!! Gran refrán el que mencionas :) Gracias y un abrazo!!
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