El pequeño mago
El muchacho se aferraba a las crines de su caballo blanco que galopaba a la velocidad del viento; hasta que, repentinamente, se detuvo. El niño contempló el abismo creado por una gran grieta que partía a la tierra en dos. Oyó los gritos cercanos de los hombres que le perseguían por ser un mago. Se concentró e invocó la runa algiz y, en ese momento, un arcoíris formó un sólido puente que se desvaneció en cuanto el niño y el caballo lo hubieron cruzado. Los persecutores, al otro lado, gritaron furiosos. La magia era una maldición, pero también una bendición.
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¡¡RETO!! Con este microrrelato participo en el reto del mes de febrero, propuesto por Lídia Castro Navàs. Estas son las condiciones:
- Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
- En tu creación debe aparecer la runa: Algiz.
Genial relato, Cristina. Es como un cuento de fantasía al que no le falta la magia ni las gestas más épicas. Buen trabajo. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Te mando un abrazo grande 💜
ResponderEliminarMuchas gracias, Lídia!! Me alegra mucho que te guste. Y gracias también por el desafío que nos has propuesto este mes. Como siempre, es un placer participar. Un fuerte abrazo!!🤗
EliminarHola Cristina, una muy buena propuesta para el reto de Lidia, me gustó mucho. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana!! Cuánto me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias y saludos!! 😊
EliminarHola Cristina.
ResponderEliminar¡Un bonito microrrelato lleno de magia! Me gustó.
Un abrazo.
Marlen
Hola, Marlen!! Te agradezco mucho tu comentario. Un abrazo!! 🤗
EliminarPrecioso, Cristina. Una bendición, se la merecía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, María Pilar!! Sí, la magia le lleva al peligro y al mismo tiempo le salva. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo!! 🤗
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