La saxofonista
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Eladia tocaba el
saxofón todos los días en la calle. La música era su pasión y no estaba
dispuesta a abandonarla por nada. Soñaba con convertirse en una estrella del jazz,
pero no tenía demasiadas esperanzas de lograrlo.
Su mayor
preocupación era que apenas tenía dinero para hacer frente al alquiler y al
resto de gastos mensuales. Aun así, siempre se mostraba alegre y le gustaba dar
lo mejor de sí misma en cada tema que interpretaba, incluso cuando no recibía
ni una sola moneda a cambio.
Un día, justo
cuando iba a empezar a tocar el saxofón, alguien se acercó a ella. Se trataba
de un hombre que llevaba un contrabajo consigo. Eladia le sonrió y Basilio, que
así se llamaba el hombre, le contó que cuando era más joven tocaba en un grupo
de jazz, pero en cuanto se hizo mayor, le sustituyeron por un chico más joven.
A partir de entonces practicaba siempre solo. También le confesó que había
perdido la esperanza de volver a tocar con otros músicos hasta que la vio a
ella.
Eladia, que le
escuchó atentamente, le aseguró que estaría encantada de tocar junto a él y que
formar un grupo de jazz era una de las cosas que más deseaba en el mundo. De
este modo, a partir de entonces, siempre tocaron juntos.
Todos los días se
reunían en la calle e interpretaban sus temas favoritos e improvisaban. Cada
vez que tocaban, la gente se arremolinaba a su alrededor y cuando terminaban
recibían muchísimos aplausos aunque muy pocas monedas, por lo que ambos pasaban
grandes apuros económicos.
Hasta que un día,
su suerte cambió, pues un pianista les escuchó y les propuso que actuasen con
él en un café. El pianista se llamaba Pablo y tanto Eladia como Basilio
aceptaron entusiasmados. Los tres ensayaron mucho y cuando se subieron al
escenario por primera vez, actuaron e improvisaron de tal forma que recibieron una
gran ovación del público.
Y así fue como
Eladia alcanzó su sueño de ser reconocida como una estrella del jazz y además
hizo dos grandes amigos. Y aunque los tres pasaban de los cincuenta años, cuando
tocaban juntos disfrutaban de la música como nunca antes lo habían hecho.
***
¡¡¡RETO!!! El VadeReto propuesto por JascNet para este mes de febrero, consiste en escribir un relato donde el JAZZ sea uno de sus elementos principales.
¡¡Os animo a participar y a leer todos los relatos participantes!! Más información aquí.
¡Precioso, Cristina!
ResponderEliminarUn relato emotivo, dulce y esperanzador, que contiene muchos mensajes.
El principal es "no cejar en el empeño" para llevar a cabo algo que te gusta. Aunque no te reporte ingresos económicos. Es evidente que sin dinero no se puede vivir, pero renunciar a lo que nos gusta nos hará muy infelices.
Como en otros relatos del reto, muestras que la unión de los músicos incrementa el potencial de la música. Solos son virtuosos, pero juntos se engrandecen.
No se me ha pasado por alto la edad de los protagonistas. Uno que ya los adelantó, se siente encantado de que "a pesar" de sus cincuentenas, sigan con la ilusión de siempre, sepan contagiar sus aficiones y la gente los acepte. Porque en definitiva, la experiencia es muy importante, sobre todo, en actividades que necesitan aprendizaje, práctica y constancia.
Además, que no es poco, la música hace amigos. ¿Hay una forma mejor de vivir y disfrutar de ella? Como banda serán muy buenos, pero seguro que poder compartir esos momentos juntos les hará más felices.
Muchas gracias, Cristina. Un precioso regalo que me ha emocionado.
Gracias por traerlo al VadeReto. Un placer enorme leerlo y disfrutarlo.
Abrazo grande.
Muchísimas gracias por tu hermoso comentario, Jose!! Has sentido y expresado todo lo que quería transmitir con esta historia. No se te ha escapado ni un detalle!! Jajaja.
EliminarLo más fácil es rendirse, pero hay que luchar por los sueños con todas nuestras fuerzas. Desde luego que sin dinero no se puede vivir, pero “renunciar a lo que nos gusta nos hará muy infelices”, como muy bien señalas.
Creo que en el arte y muy, especialmente en la música, lo más bonito es compartirla. Tocando con otras personas y para otras personas. Eso es lo que crea una magia muy especial. Esta idea la tuve cuando vi este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=cSuwrh9eibg. Me emociono cada vez que lo veo.
Respecto a las edades, tienes toda la razón, la experiencia es importantísima, y creo que se infravalora. Además he visto a personas mayores tocando con un entusiasmo que más quisieran muchos jóvenes tenerlo.
Y desde luego, tal y como dices, a través de la música se pueden hacer grandes amigos, al igual que con la escritura 😊
Me alegra muchísimo que te haya gustado y emocionado. Muchísimas gracias además de por tu comentario, por el VadeReto. Es genial idea la que nos has propuesto para este mes.
Un fuerte abrazo!!
¡Me encantan esos vídeos!
Eliminarhttps://www.youtube.com/results?search_query=m%C3%BAsicos+callejeros
En esa selección hay mucha "música callejera", con improvisados compañeros.
Se te ponen los vellos de punta como pueden compenetrarse gracias a la música. Sus caras lo dicen todo.
Abrazo al compás.
Qué buena selección, Jose!! He visto un par de vídeos y me han gustado muchísimo. Seguiré viéndolos. Gracias por compartirlos!! 😊
EliminarPor supuesto! Nunca hay que rendirse! Ni dejar de lado lo que nos ilusiona o nos da vidilla! Un abrazote!
ResponderEliminarEso es, Marifelita!! Hay que luchar siempre por esas cosas que nos ilusionan y nos dan vidilla, como bien dices. Muchas gracias por tu comentario y un fuerte abrazo!!
EliminarA veces hay suerte y los sueños se cumplen, por más difíciles que puedan parecer hacerse realidad. Muy buen relato, sencillo y ameno de leer.
ResponderEliminarAsí, lo veo yo también, Arturo. No hay que abandonar los sueños, porque nunca sabes si un día se harán realidad. Hay que disfrutar del camino y no perder la esperanza nunca. Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario!!
EliminarEs una historia que podía haberse dado en la vida real perfectamente. Muy bien narrada y que se lee con placer. Muy acertada la referencia a la edad de los protagonistas.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Muchas gracias, Marcos, me alegra mucho que te haya gustado. Dudé en hacer referencia a la edad, pero veo que finalmente ha sido un acierto. Saludos!!
EliminarUn relato emotivo que deja entrever la pasión por la música y la importancia de perseguir los sueños. Saludos!
ResponderEliminarlady_p
Muchas gracias por tu comentario, lady_p. Saludos!!
EliminarPreciosa historia.
ResponderEliminarMe ha emocionado que sean personas mayores que no han dejado aparte la ilusión de tocar para que otros les oigan.
Abrazo grande
Muchas gracias, Amaia!! Qué alegría siento de que te haya emocionado. Un fuerte abrazo!!
EliminarHola Cristina, me encanta tu historia que demuestra que no hay edad para hacer realidad los sueños y para disfrutar lo que nos gusta y crear. Muy linda propuesta para el VadeReto, enhorabuena. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana!! Sí, es cierto, no hay edad para hacer realidad los sueños. Hay que perseverar siempre. Muchas gracias por tu comentario y saludos!!
EliminarEstupendo relato, Cristina, los músicos callejeros me despiertan mucha ternura y en tu relato la unión hace la fuerza y les sirve para lograr su ilusión a pesar de su edad, porque nunca hay que renunciar a los sueños. Bonito y esperanzador. Un abrazo!!
ResponderEliminarAsí lo veo yo: No hay que renunciar nunca a los sueños. Te agradezco mucho tus palabras, Lola!! Un abrazo!!
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